¿Qué diablos tiene que ver la sensibilidad con la espiritualidad? ¿Te consideras una persona sensible? ¿Quizás tienes inquietudes espirituales? ¿Tienen algo en común estos dos aspectos en la vida de un ser humano?
Menudo viaje te espera, amigo mío…
Con este artículo voy a intentar esclarecer algunos conceptos que compartimos quienes vivimos la vida con las gafas de la sensibilidad y siempre estamos buscando algo más.
Sí, ese algo más que no se ve pero se percibe, se intuye y se experimenta más allá de los órganos de los sentidos: la espiritualidad.
Ese algo más que no es posible conocer si no eres lo suficientemente sensible o si no te has permitido abrir tu corazón y tu mente a nuevas experiencias que llenan el alma y dan respuesta a los «porqués» inherentes en la conciencia del ser humano.
Pero lo más importante de todo esto es que ambas cualidades, sensibilidad y espiritualidad, hacen que la vida tenga sentido y se pueda disfrutar a cada instante. Es decir, vivir la vida con más alegría, más felicidad y mayor plenitud.
¿Qué es realmente la sensibilidad?
Sensibilidad
Lo primero que te diría es que «sensibilidad» es una de las palabras más viciadas que he encontrado y que la sociedad se ha encargado de intoxicarla atribuyéndole connotaciones negativas que impiden que aceptemos esta cualidad como se merece.
Ni te imaginas la de veces que he oído decir este tipo de frases:
- Es demasiado sensible, a ver si no va ser un poco rarito y aún no ha salido del armario.
- Es muy vulnerable y frágil, muy sensible para vivir en estos días que corren.
- Ser sensible es de mujeres, los hombres debemos mostrar nuestra fortaleza y no tanta sensibilidad, que eso nos hace débiles.
- A los hombres no se les da besos en la cara, eso no es de machos.
- …
Y lo peor de todo es que, cuando trabajo a nivel de coaching con hombres como tú y como yo, de cuarenta años para arriba, con familia e hijos, veo muchísimo patrones mentales de este tipo que han marcado mucho la forma de actuar y dirigir sus vidas.
Sensibilidad y debilidad
Pero ser sensible no tiene nada que ver con una debilidad o con una orientación sexual.
La sensibilidad es una cualidad en sí misma inherente al ser humano y que todos tenemos en mayor o menor grado, pero la tenemos.
Hasta el hombre más bruto del mundo y que se considerase el más machote de la raza cuidaría con sumo cuidado y con mucha sensibilidad su coche recién comprado, ¿a que sí?
Vamos, que solo te dejaría acercarte al coche para verlo… ¡y de lejos!
La sensibilidad es una fortaleza que hace que el ser humano se vuelva cuidadoso con aquello con lo que establece contacto. Clic para tuitearSensibilidad y relaciones
Si utilizas tu sensibilidad para relacionarte con tus amigos, tu familia o tu jefe, lo que vas a conseguir es mejorar estas relaciones y darles el cuidado necesario para que se mantengan en armonía a lo largo del tiempo.
Es decir, la sensibilidad te puede a ayudar a mantener aquellas cosas (situaciones, personas…) que realmente son importantes para ti.
La sensibilidad te permite vivir la vida con mayor intensidad
Lo que ves, escuchas, palpas, olfateas o saboreas, tiene más intensidad. Por lo tanto, todo aquello con lo que tomas contacto, se vuelve más vivo.
Es como decir que si dejas que tu sensibilidad aflore, podrás disfrutar más de las cosas buenas de la vida.
Ver un paisaje, una obra de arte, oír una pieza musical, palpar las mejillas de un recién nacido, oler la hierba húmeda de la mañana o saborear una deliciosa comida puede convertirse en una experiencia grata, de esas que le devuelven el sentido a la vida y por las que merece la pena levantarse todas las mañanas.
Sensibilidad y emociones
Pero no solo está lo que tiene que ver con los sentidos; también están nuestras emociones.
El humor, la alegría, el Amor (en mayúsculas), la felicidad y el contento interior se pueden multiplicar si la sensibilidad está presente. Clic para tuitearEs decir, ser sensible es un indicativo de que puedes vivir la vida con más placer y sacarle provecho a todo cuanto vives.
Y lo mejor de todo es que hay estudios científicos que han demostrado que a medida que pasan los años, los seres humanos nos volvemos de forma natural más sensibles.
Por lo tanto, tenemos asegurado que nuestras neuronas estén dispuestas a dejarnos experimentar la vida con mayor intensidad.
¿No merece la plena potenciar nuestra sensibilidad?
Claro que sí…
Ser sensibles no significa tener las emociones a flor de piel
Otra de las grandes mentiras. Es un error muy común creer que ser sensibles es estar llorando por cada cosa que ves o ser emocionalmente vulnerable. Para nada.
Cada persona tiene un grado de Inteligencia Emocional y, en función de cómo sea, sabrá gestionar mejor o peor sus emociones.
- Si no gestionas bien tus emociones, te sentirás arrastrado por ellas, un indicativo claro de que hay que desarrollar un poco más la inteligencia emocional.
- Si ya has hecho ese trabajo de gestionar tus emociones, te vuelves el rey de tu mundo emocional y permites que tu sensibilidad y emociones trabajen para ti, es decir, filtras las emociones que quieras sentir y desechas las que no te convengan sentir.
Pero en ningún caso ser sensibles es comportarse de forma «visceral» y saltar a la primera de cambio cuando alguien te contradice o ponerte sentimental a cada momento. Para nada. Esto solo indicaría que no tienes control emocional y que eres demasiado impulsivo, una característica que difiere mucho al concepto de sensibilidad.
Pero ¿qué tiene que ver la sensibilidad con la espiritualidad?
A mi parecer, todo.
Cuando dejas que la sensibilidad y la emocionalidad se expresen en tu vida, te vuelves una persona íntegra, una persona VIVA. Clic para tuitearEs esa VIDA que recorre tu cuerpo cuando se te eriza la piel la primera vez que tu hijo te dice «papá» o cuando te conectas con la Naturaleza, respiras el aire puro y dices, «estaría así eternamente, tan solo respirando«.
Y esto ocurre porque, como te comentaba anteriormente, la sensibilidad te permite sentir con más intensidad todo aquello que te rodea.
Pero no queda ahí la cosa, es que cuando sientes algo muy intensamente todo tu foco de atención está dirigido a tus propias emociones, a lo que sientes, a lo que la vida te está haciendo sentir en ese momento.
Y no hay nada más espiritual que ser consciente del momento presente.
Es decir, ser muy sensible te da mayor facilidad para ser más consciente de tu presencia en el momento presente.
Es aquí donde se encuentra el punto de unión entre sensibilidad y espiritualidad.
Nótese que hablo de espiritualidad en términos generales, porque profundizar en este tema daría para muchos (muchísimos) artículos más…
Pero para que nos entendamos y sigamos reflexionando con «los pies en la tierra», déjame que pregunte ¿cómo ha sido tu vida hasta el día de hoy?
O mejor aún, formúlate lo siguiente:
- ¿Suelo conseguir lo que me planteo y realmente satisfago las necesidades (no deseos) que me hacen sentir vivo (salud, amor, tranquilidad económica…)?
- ¿Estoy siendo coherente con la vida que quiero llevar?
- ¿Estoy haciendo lo que verdaderamente siento de corazón que debo hacer con mi vida?
Porque amigo mío, las respuestas a estas preguntas solo pueden ser respondidas a través de un sentimiento profundo que solo es posible experimentar través de tu propia sensibilidad.
Sí, solo en la medida en que te sientes a ti mismo y percibes tu verdadera naturaleza espiritual, podrás alcanzar un estado de conexión contigo mismo donde sabrás si estás alineado con lo que te toca hacer en cada instante y en cada acto.
Y extrapolando un poquito más, podrás saber por qué razón estás vivo, qué sentido tiene tu vida, y el típico «quién soy, de vengo y a dónde voy».
Básicamente lo que quiero decir es que, si no vuelcas tu consciencia sensible en tu propio YO, es imposible que encuentres respuestas a esas preguntas que forman parte de tu naturaleza espiritual.
Tampoco podrás disfrutar del vasto universo de experiencias espirituales que se esconden dentro de ti.
Es decir, sin sensibilidad ¿cómo va a ser posible ver lo que otros no ven, amar los que otros no aman o mantener la felicidad en momentos de angustia?
Ser sensible es tu mayor fortaleza porque no tienes nada, excepto tu vida. Y la vida solo puede sentirse a través de tu propia sensibilidad.
Mi experiencia como una persona altamente sensible (PAS) que tiene un fuerte anhelo espiritual
Te quiero presentar resumidamente un concepto recientemente descubierto por la neurociencia cognitiva. Se trata de la alta sensibilidad y es un rasgo de personalidad que posemos entre el 15-20% de la población.
Las investigaciones comentan que se da en iguales proporciones en hombres y mujeres y es un rasgo que se hereda genéticamente.
Lejos de tener un trastorno, las personas altamente sensibles (también denominadas PAS) nos diferenciamos del resto de personas en que:
experimentamos la vida con una intensidad 10 veces superior y esto nos permite sentirlo todo como aumentado en magnitud.
Ser altamente sensible es para mí uno de los grandes regalos que la vida me ha dado porque me permite vivir todo más intensamente.
Gracias a mi alta sensibilidad y a tener un fuerte anhelo espiritual, he conseguido todo aquello que me he propuesto en esta vida.
Esto ha sido posible a la conexión que siempre he establecido conmigo mismo. Es decir, aprendí a volcar mi sensibilidad hacia mí mismo para poder escuchar lo que verdaderamente mi alma me ha ido demandando en cada situación de mi vida.
Con esta actitud, todo lo que me he ido proponiendo en la vida estaba en perfecta armonía con lo que «mi corazón» (llámale espíritu, alma, naturaleza… lo que quieras) anhelaba.
Porque solo «mi corazón» sabe con exactitud qué es lo correcto para mí en cada momento. De esta manera es muy difícil equivocarme o plantearme metas que son inalcanzables, porque solo él sabe lo que es perfecto para mí, en su justa medida.
Si escuchas a tu corazón y eres fiel a lo que sientes, todo viene rodado, todo lo consigues. Clic para tuitearGracias a este pálpito de mi corazón que siempre he escuchado, ahora puedo escribir esto y decir abiertamente que he conseguido todas mis aspiraciones de este plano físico.
Estoy eternamente agradecido de poder disfrutar de una mujer y un hijo a los que Amo con locura, puedo disfrutar del trabajo que siempre he deseado y he aprendido a relacionarme con los demás con el corazón en la mano, sin ningún tipo de miedo, completamente libre.
¿Qué más puedo pedir? NADA.
Tan solo puedo dar gracias.
Sensibilidad y Espiritualidad…
Son tantas y tantas cosas las que me habéis enseñado que jamás me separaré de vosotras.GRACIAS
Sobre el autor
Me defino a mí mismo como un buscador de la Verdad que continuamente está dispuesto a aprender de todo y de todos. Como coach y como persona altamente sensible (PAS) tengo un objetivo: expandir el rasgo de la alta sensibilidad y ayudar, a través de la Inteligencia Emocional, a las personas que quieran convertir su elevada sensibilidad en su mejor fortaleza y virtud.
Carme dice
Que bueno David, me ha encantado tu post.
Estoy de acuerdo en que hay mucha confusión con los términos de Sensibilidad y Espiritualidad.
El ruido mental constante hace NO DARSE CUENTA de lo que está sucediendo en el momento presente.
Experimentar las emociones es un gozo y un buen indicativo de si vas en la dirección correcta camino.
Un tanto % muy elevado de personas les da pereza estar con ellas mismas y observar lo que sienten.
Gracias Ana por dar este año la oportunidad de despertar conciencias.
Gracias David por tanto valor como has aportado a todos los lectores.
Un abrazo !!
David García Alcaraz dice
¡Hola Carme!
Me da mucha alegría de que te haya gustado el artículo, la verdad es que he disfrutado muchísimo haciéndolo.
Tienes mucha razón en lo que cuentas sobre la dificultad de estar con uno mismo y observar nuestros sentimientos. Sobre todo y, reconociendo que me toca la fibra, encuentro a muchos hombres a los que la misma sociedad (o educación o lo que sea) se les ha enseñado a reprimir su propia sensibilidad, como si fuese algo exclusivo del género femenino o un aspecto «poco masculino».
Sirva este artículo también para reivindicar la sensibilidad masculina por encima de cualquier rol sexual o de género.
Gracias por tu comentario Carme.
Un fuerte abrazo sentido desde el corazón.
Mariví dice
¡Enhorabuena David por el post, me ha encantado!
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices en él, ser sensible no es una cualidad exclusivamente de mujeres, tengo muchos amigos con un alto nivel de sensibilidad, que pocas veces sacan cuando están en público, precisamente por lo que comentas “es poco masculino”, personalmente creo que es todo lo contrario.
Cuando tenemos trabajada la gestión de nuestras emociones. Cuando permitimos que nuestra sensibilidad, espiritualidad y emociones afloren somos más plenos y felices, y poco más vamos a necesitar. El poder experimentar la vida con tanta intensidad y pasión (10 veces superior al resto) es un privilegio y un lujo por el cual debemos estar agradecidos.
Que haya personas como tú que ayuden a otros a convertir esa sensibilidad en su mejor fortaleza y virtud, es de agradecer. Felicidades y mucho éxito con tu proyecto.
¡Gracias Ana, y David por enseñarnos que la SENSIBILIDAD, la EMOCIONALIDAD, y la ESPIRITUALIDAD son VIDA! 🙂
¡Un fuerte abrazo a los dos!
David García Alcaraz dice
Muchas gracias Mariví por tu comentario. Me alegra mucho de que te haya gustado.
Coincido contigo en lo que comentas. Yo, personalmente siempre he visto que la sensibilidad es una de las características que nos hace más humanos, por lo tanto, debe ser valorada en su justa medida. Al fin y al cabo, forma parte de nuestra propia naturaleza, ¿verdad?
Así que yo también lo vivo como tú bien expresas, como un verdadero lujo y un privilegio que tengo que aprovechar para vivir más intensamente mi vida personal y espiritual. Qué bueno… y qué sentimiento de agradecimiento a la vida por esto…
¡Te envío un fuerte abrazo y gracias de nuevo!
Maria dice
Muchas gracias Davi!d!.Escuchar nuestra Alma..nuestra voz interior,es una seguridad de que vamos por el camino correcto en conexión con nuestros valores..y así no hay posibilidad de errar.Un abrazo de corazon!.
Fernando caiña dice
Muchas gracias David por tu artículo, es totalmente cierto todo lo que escribes, hay pocas personas que puedan imaginar esa conexión tan grande que tenemos con la espiritualidad y la naturaleza, en mi caso desde los siete años empecé a sentir esa inquietud por donde vivía por qué el mundo era así y empecé mi primera conexión con Dios, me he pasado media vida buscando repuestas y teniendo experiencias fuera de lo normal, hasta visiones de cosas que luego han ocurrido. Encontré respuesta a todas las preguntas que me hice y encontré un camino espiritual de meditación que me da la paz que necesito, pero ha sido tremendamente difícil el camino, por la incomprensión de todas las personas de alrededor que no han entendido como he sentido e intuido las cosas. Es como si todo el mundo te pone cara de estrañado cuando hablaba o sentía una emoción.
David García Alcaraz dice
Te entiendo perfectamente Fernando. Desde muy joven comencé a realizar prácticas espirituales serias y supuso un «choque» mental y emocional para aquellas personas con las que compartía mis inquietudes.
Pero el tiempo pone a cada uno en su sitio…
No sé si te pasó a ti, pero en mi caso, aunque al principio fuese extraño para los demás mi forma de comportarme o de elegir mis acciones de acuerdo a mi sentir, al final veían que era más feliz de lo que ellos se veían a sí mismos. E incluso muchos de ellos acabaron preguntándome o pidiéndome guía para conseguir esa Paz interior que yo había conseguido.
Es decir, no hay mejor comprobación para lo demás de que estás en «el buen camino» que verte feliz por lo que eres, por lo que muestras, por tu transparencia y por mostrarte tal cuál eres. Ellos mismos acaban «despertando» cuando observan nuestro «despertar».
¿No es maravilloso?
Gracias Fernando por tu comentario.
Un fuerte abrazo!!
Daniel dice
La alta sensibilidad es un don bien llevada y un castigo si ha sido mal educada o atendida . Personas con este don serían seres adorables y magníficos consejeros en el entorno adecuado. También creo que darse cuenta de que un hijo o un ayegado es pas siendo aún niño puede hacer de la vida de esa persona y su compañía un lujo. Pero ser consciente de ello a una edad tardía también puede hacer de la misma un handicap y llevarte al aislamiento sino estás o en el entorno adecuado o rodeado de personas que comprendan tu comportamiento que a veces puede resultar errático . Aunque estoy más que deacuerdo que en gran parte depende del manejo de tu inteligencia emocional que desgraciadamente puede haber sido dañada al ser un pas a lo largo de toda una vida.
Me ha gustado el post. De echo es una de las pocas veces que he escrito en alguno. Aunque este tema me toca de pleno.
David García Alcaraz dice
Daniel, tal cual dices y mencionas acerca de la inteligencia emocional.
Incluso dejando a una lado el rasgo de la alta sensibilidad, es la inteligencia emocional de cada uno la que determina el grado en que manejamos (bien o mal) nuestras emociones y resultado de ello muestra nuestro grado de felicidad e insatisfacción en nuestras vidas.
Hoy día y más que nunca se está haciendo énfasis en el desarrollo de la inteligencia emocional y es algo por lo que doy gracias cada día, sobretodo si eres PAS porque , como bien dices, hemos vivido todo con tanta intensidad que muchas de las situaciones vividas no las hemos encajado del todo en nuestra conciencia.
Pero poco a poco vamos aprendiendo y gracias a blogs como éste, por ejemplo, hay muchos recursos para que los demás se trabajen a nivel de inteligencia emocional. ¡Qué bueno!
Te envío un fuerte abrazo y muy agradecido de que te hayas lanzado a escribir un comentario.
Agustin llop dice
Me he sentido plenamente identificado , hace tiempo apunté algo (mas modesto) al respecto , pero enseguida me apuntaron que la espiritualidad no era un rasgo de las PAS , evidentemente mi observación es personal y por lo tanto muy subjetiva, puedo estar equivocado, seguro, pero yo personalmente lo veo tan claro que egoístamente pense que todos debían verlo igual. Craso error .
David García Alcaraz dice
Efectivamente Agustin, la espiritualidad no es un rasgo implícito en el rasgo de la alta sensibilidad según muestran los estudios científicos, pero es cierto que muchas personas PAS sienten inquietudes espirituales.
Es decir, no todas las personas espirituales son PAS ni todas las PAS son espirituales, es lo bonito de la diversidad de la naturaleza humana, cada uno es especial por lo que es y como es.
Pero lo que sí está claro es que tanto la sensibilidad (no digo alta sensibilidad, que también) como la espiritualidad son como «dos ingredientes» que se complementan muy bien para vivir una vida con más sentido y más integridad.
Un fuerte abrazo!
Ana dice
Muchas gracias David. Enhorabuena.
Me ha encantado.
Especialmente las tres preguntas que nos lanzas en este artículo.
Necesito tiempo para reflexionarlas y ponerme en acción.
A veces siento que mi sensibilidad es un obstáculo y sin embargo, como tú bien dices, el verdadero obstáculo es el poco desarrollo de mi gestión emocional.
Muchas gracias de nuevo.
David García Alcaraz dice
De nada Ana, es un placer para mí poder contribuir a que los demás reflexionen para que cojan el timón de sus vidas.
Así que gracias a ti por leerlo y por tomarte el tiempo que necesites para reflexionar y tomar acción, que es lo más importante.
Mucho ánimos y positividad en esas reflexiones, que seguro que sacarás conclusiones que te ayuden a movilizarte hacia un cambio permanente y duradero.
Te envío un fuerte abrazo y gracias por tu comentario!
Jordi Pallarès dice
Genial David!!!
De la frase Dador de Vida,sale la palabra David,en este articulo y en tu actividad habitual estás en plena conexión espiritual.
Felicidades!!!
David García Alcaraz dice
Gracias Jordi, me dejas sin palabras… gracias de corazón.
Me quedo en silencio con tus palabras, sintiéndolas…
¡Un fuerte abrazo!
Javi dice
No hay cosa más placentera que estar conectado uno consigo mismo y experimentar más esas emociones,se vive en un mundo que no nos conectamos o buscamos un tiempo para reflexionar,estar meditando….muchos llevamos y me incluyo vidas espejo,hacemos eso xq hay q hacerlo,lo hace la sociedad,etc…..creo ser un PAS quizás no de alta sensibilidad por eso me cueste comprenderme a mi mismo,lo que hago,xq estoy aquí…a que dedicarme…es una frustración continua en ese aspecto Dicen no se nos da mal profesiones que tengan que ver con relaciones personales,o administrativas que somos más capaces..eso leí,puede ser, será cosa de encontrar dentro de nosotros lo q realmente deseamos…….
David García Alcaraz dice
Hola Javi,
Coincido contigo es que no hay cosa más placentera que estar conectado con uno mismo. Es un gozo cuando uno siente esa conexión interna que otorga tanta Paz, ¿verdad?
Respecto al tema de las profesiones, también depende de cada PAS. Hay muchas personas altamente sensibles que son muy buenos líderes y se les dan bien movilizar a otras personas hacia la creación de proyectos, por ejemplo; pero hay otros PAS que prefieren estar «más a la sombra» y se sienten más en sintonía consigo mismo realizando un trabajo por cuenta ajena, donde no tienen un jefe o demasiada distracción causada por compañeros de trabajo.
Como bien dices, es cosa de encontrar el camino propio, cada uno el suyo, donde se encuentre a gusto y sienta que es el lugar idóneo para crecer no solo a nivel profesional, sino también a nivel personal.
Un fuerte abrazo y gracias por tu comentario.
Arezky Hernandez dice
Hola David,
hermosa descripción del punto de encuentro entre la espiritualidad y la sensibilidad.
Me quedo con ese llamado a vivir mi vida en el presente permitiéndome sentir esa conexión con lo sublime.
Recordé esa experiencia personal de que mi padre no me besa y desde la espiritualidad me conecto con el amor profundo que de todas formas me entrega desde su manera, su experiencia, su historia y su vida.
Gracias!
David García Alcaraz dice
Hola Arezky!
Me alegro de que te haya gustado el artículo.
Coincido contigo en esa experiencia respecto a mi padre aunque reconozco que al final la resolví de otra forma: me di cuenta de que él no expresaba su amor por miedo a mostrar su sensibilidad y tenía muchos conceptos erróneos acerca de mostrar sus sentimientos.
Hablando con él le mostré mis necesidades y le ayudé a comprender que no era malo mostrar lo que uno siente, sobretodo si se trata de tus propios hijos, que tanto necesitan el amor de sus padres. Poco a poco fue rompiendo sus propias barreras y a día de hoy ya es más cariñoso y afectivo. Yo le ayudé y él me ayudó a sentirle más…
Te envío un fuerte abrazo y seguimos trabajándonos a nosotros mismos para poder dar más amor a los demás.
Gracias!!
Ana dice
Hola David, desde el principio hasta el final parece que está escrito para mí!!!Estoy totalmente sorprendida y feliz porque al igual que tu, siempre he valorado mucho mi «don» y aunque sí me veía distinta, nunca me sentí un bicho raro, porque en el fondo sabía que era «especial». Gracias, muchas gracias por compartirlo!!
David García Alcaraz dice
Hola Ana,
Me da mucha alegría saber que te ha gustado el artículo y de que hayas tenido la sensación de que lo he escrito para ti. Y es que es verdad, es para ti!!!
Recibe un fuerte abrazo y gracias por dejar un comentario
BEATRIZ VINDEL dice
Que bueno David!!, que la sensibilidad y la conexión con nosotros mismos pueda formar parte de nuestra vida. Para mi emociones y experiencia vital es algo que está necesariamente ligado, diga lo que diga la sociedad. Por suerte hay personas que promueven esta re conexión interior y aportan ese lado de humanidad tan necesario y que tanto nos obligan a reprimir.
Un abrazo y gracias por enseñarnos a conectar 😉
David García Alcaraz dice
Qué bonitas palabras Beatriz.
Muchísimas gracias y estoy contigo. Diga lo que diga la sociedad y lo que quieran meternos en la cabeza, las emociones es lo que nos hace sentirnos vivos y tenemos que conectarnos con ellas.
Gracias a ti, por permitirte conectar contigo misma, conmigo y con el mundo entero.
Un fortísimo abrazo, de corazón
Eliana dice
Wow David he leído este post con gran apertura emocional. Hace pocos años descubrí que yo también soy una PAS, y eso me dio un alivio de alma que de seguro puedes imaginar. Ser una persona altamente sensible es un don grandioso que la vida te puede regalar, antes yo me sentía hasta un poco tonta de mi sensibilidad, pero luego comprendí que percibo la vida con una intensidad mayor a la que la pueden percibir mis allegados y esto me dio mucha alegría, y tal como lo comentas, somos un gran porcentaje de la población mundial los que sentimos la vida de esta manera, y es verdad, todos somos sensibles, solo que algunos se nos nota más que a otros. Los mitos sobre la sensibilidad son tan absurdos y recalcitrantes que ya deberíamos ir aboliendo esas creencias y responsabilizarnos de nuestras emociones con la sensibilidad pertinente que cada una amerita. Y está relacionada con la espiritualidad, nada más y nada menos, porque sentir la vida con profundidad es la mejor manera de ser espiritual, y cuando eres sensible ya estás más cerca de la espiritualidad. Gracias Ana por este grandioso invitado y por este tema tan necesario para compartir. Un abrazo para ambos.
David García Alcaraz dice
Hola Eliana, qué alegría me da conocer a otra persona PAS que es capaz de sacarle lo positivo del rasgo.
Realmente es como dices, es un alivio enorme cuando uno descubre que es PAS y de pronto empieza a cobrar sentido muchas actitudes nuestras.
Pero lo mejor de todo, a mi parecer, es poder vivir la vida con más nitidez y con más intensidad. En definitiva, vibrar más con la vida y esto te conecta mas con la propia existencia, con la espiritualidad misma.
Gracias a ti Eliana por compartir tu experiencia y dejar un comentario.
Te envío un fuerte abrazo PAS.
Thania Rochel dice
Hola, David y Ana.
Y es que no solamente a los hombres les dicen desde niños que no sean sensibles. A nosotras también nos han querido reprimir en ese sentido porque, como tú lo dices, se equipara la sensibilidad con la debilidad.
La verdad, no sé si soy PAS ya que, como dije, han sido muchos años de «hacerme la fuerte» de manera equivocada.
Sin embargo, puedo decir que trato de disfrutar de lo que me ofrece cada uno de mis sentidos (unos más que otros).
Todavía me cuesta trabajo escuchar a mi corazón, ya que le he dado prioridad a mi razón. Pero creo que estoy en proceso de aprendizaje. Nunca es tarde.
David García Alcaraz dice
Completamente de acuerdo Thania, vivimos en una sociedad donde se nos enseña a reprimir nuestra sensibilidad, seas hombre, mujer, PAS o no PAS.
Y durante mucho tiempo se le ha dado más prioridad a enseñarnos en las escuelas el valor de lo «racional», dejando a un lado lo «emocional».
La buena noticia es que poco a poco se está valorando más el desarrollo de la inteligencia emocional como una fusión equilibrada entre lo racional y lo emocional. Esto ayuda a desvincular poco a poco la asociación sensibilidad-debilidad.
Mientras tanto, los que nos vamos dando cuenta de todo esto, vamos aprendiendo a disfrutar del momento presente y de nuestros sentidos, como tu comentas. Así que enhorabuena!! Aunque sé que no es fácil y que a veces cuesta conectar con nuestro corazón, pero de eso se trata, de ir aprendiendo poco a poco y de disfrutarlo a la vez, a cada paso.
Te envío un fuerte abrazo y mis mejores deseos para que te establezcas más en la conexión con tu corazón.
Amparo Bonilla dice
Por lo regular los hombre o mujeres que son sensibles son espirituales, se nota en su forma de ser o de tratar a las personas, unas mas que otras, yo no me considero muy espiritual pero si sensible a determinadas cosas, tampoco es que todo me emocione.
David García Alcaraz dice
Hola Amparo, pienso que una de las maravillas de esta creación es la variabilidad que existe entre las personas y cómo podemos ser tan diferentes uno de otros.
A mí lo que más emociona es eso, ver cuán diferentes somos en los distintos aspectos que nos hacen humanos. Yo he visto de todo, gente muy sensible que no son nada espirituales y, por el contrario, personas muy espirituales que no son tan sensibles (muy curioso, por cierto).
Y es que creo que se trata de grados dentro de lo que consideramos sensibilidad y de lo que creemos que es espiritualidad. De hecho, cada uno de nosotros tenemos un concepto diferente de lo que significa espiritualidad o de lo que consideramos sensibilidad.
Por eso me quedo con lo único que es seguro, que la variabilidad nos hace grandes, tanto como humanos y como seres vivos.
Te envío un fuerte abrazo y te doy las gracias por dejar un comentario.
Ana dice
Qué gran post David! Cerrarse a sentir es como dejar de vivir y permitirse sólo las emociones «de machos» es perderse cosas muy bonitas.
Ojalá aprendamos a escuchar más al corazón, en realidad creo que siempre da su punto de vista. A mi me pasa que si lo ignoro me siento como… desagusto… algo pasa y sé que no voy por el camino correcto. Aún así a veces continúo, pero creo que es importante al menos ser consciente de ello.
Me encantó leerte. Un abrazo!
David García Alcaraz dice
Hola Ana, muchísimas gracias.
Me alegra mucho que te haya gustado el artículo y pienso igual que tú, que ojalá aprendamos a escuchar cada vez más al corazón y nos establezcamos en él. El mundo podría cambiar tanto…
Yo creo que el truco para escuchar al corazón es quedarse con el tono de voz del mismo (metafóricamente hablando). Es como cuando reconocemos a voz de una persona, sabemos que es ella aunque no la veamos y no nos confundimos cuando escuchamos la voz de una tercera persona.
Pues es lo mismo, es grabar a fuego en nuestra memoria cómo es «esa voz interna», cómo se expresa, cuándo aparece, cómo nos sentimos cuando esté presente… todas estas pistas nos ayudan a que la identifiquemos mejor y le prestemos más atención.
Así que a seguir trabajando y escuchando!!!
Un fuerte abrazo!!
Sayuri dice
Gracias por exponer, de manera tan clara, la diferencia entre ambas. Sensibilidad y espiritualidad están muy a menudo confundidas, mezcladas y/o reñidas. ¿Son entonces igualmente sentidas en hombres que en mujeres?
David García Alcaraz dice
Hola Saruyi,
Yo creo que va en función de grados y cada uno las experimentamos de diferentes formas, en función de nuestro nivel de sensibilidad y/o espiritualidad.
Hay de todo en esta naturaleza: hombres muy sensibles, hombres poco sensibles, mujeres muy sensibles, mujeres nada sensibles… lo que está claro es que todos, hombres y mujeres, estamos dotados de los mismos mecanismos para sentir y vivir la espiritualidad, es decir, de un cerebro capaz de procesar ese tipo de experiencias.
Pero al igual que el tono de color de nuestra piel es tan diferente entre una persona y otra (aun siendo de la misma familia y mismo sexo), está claro que nuestra manera de sentir también puede ser diferente, independiente del género del mismo.
Como comentaba más arriba, lo bonito es la variabilidad de esta creación, que hace que no podamos definir plenamente estos conceptos. Y es que el gran sabio tenía razón: «Solo sé que no sé nada…»
Un fuerte abrazo!!
Ere Gonzalez dice
Perdona que no exprese la misma emoción que veo en otros comentarios. No quiero decir que tu publicación tenga nada de malo, es sólo que me parece que algunas cosas fueron un poco vagas. Por ejemplo ¿qué es estar conectado con uno mismo? Creo que he vivido mi vida conectada conmigo misma sin mayor esfuerzo de mi parte y sin mayor problema ¿o qué no es algo automático? es decir, que aún cuando he reprimido lo que pienso o siento, sé lo que quiero y lo que siento y ¿cómo podría saberlo si no estuviera conectada conmigo misma? ¿Y cómo es estar desconectado de uno mismo? ¿Cuando tienes lagunas mentales, amnesia, caes en coma? Créeme que lo pregunto en serio, no creo que estar conectado con uno mismo sea nada fuera de lo normal, mas bien me parece cotidiano. Y en cuanto a la sensibilidad, bueno, no gracias, prefiero el equilibrio entre la razón, la reflexión, lo que siento, y el autocontrol. Dios sabe que hay muchas cosas que he sentido, que no necesitaba sentir con ninguna intensidad, pero fue justamente él quien sanó en mi lo que necesitaba ser sanado y trajo a mi vida la paz que necesitaba. Sin decir que haya nada de malo en tu publicación, sólo te digo que no me identifiqué. Un saludo cordial.
David García Alcaraz dice
Hola Ere, un placer conocerte y de conocer tu punto de vista.
Todas las opiniones son bien recibidas y eso nos permite aprender todos de todos.
Aunque parezca extraño oírlo, hay muchas personas que no saben lo que les ocurre, que no son capaces de ver una salida a sus problemas o que quizás ni siquiera comprendan porqué al cabo de los años se dan cuenta de que ha pasado media vida y aún no son felices con todo lo que han vivido.
Esto ocurre porque falta una conexión interna que te permita ver cara a cara lo que somos realmente. No todas las personas son capaces de enfrentarse a sus miedos, porque eso duele, entonces desvían la mirada de aquello a lo que tiene que enfrentarse y se desconectan de lo que sienten, por ponerte un ejemplo.
Efectivamente siempre puede haber un conexión con tus sentimientos, pero no con uno mismo. Somos algo mucho más amplio que un cúmulo de sentimientos, eso está claro. Ni siquiera somos un cuerpo, ni una mente.
El ser humano es mucho, pero mucho más que pensamientos y sentimientos que se expresan a través de un cuerpo, pero la mayoría de las personas ni siquiera lo saben… y es ahí donde se detecta la falta de conexión con uno mismo, con ese uno mismo que está más allá de lo que dice la mente, el cuerpo o las emociones.
Te doy las gracias por tu sincero comentario, lo valoro mucho.
Te envío un fuerte abrazo.
Gabriela dice
Hola David! Me encantó el post, soy fiel creyente de que la sensibilidad es una de las caracteristicas que nos hace más humanos y que no importa si eres hombre o mujer todos tenemos un cierto nivel de sensibilidad, yo vivo los días y las experiencias de una manera que mis allegados a veces ni lo entienden, creo que entre sensibilidad y espiritualidad hay una conexión muy fuerte porque vivir siendo sensible te hace vivir la vida con profundidad y al mismo tiempo conectas con tu interior y si eres creyente con Dios.
Volviendo al caso de los hombres creo que se suele hacer la comparación de la sensibilidad con la debilidad, es por eso que algunos construyen una barrera emocional que los reprime de vivir profundamente como deberían.
Excelente post!!
Un fuerte abrazo!!
David García Alcaraz dice
Hola Gabriela, un gusto saludarte por aquí.
Efectivamente todos tenemos un grado de sensibilidad, nacemos con mecanismos que nos dotan de esta característica para poder conocer el medio en el que crecemos, sobretodo es una cualidad que es imprescindible en los primeros años de nuestra vida, para comunicarnos con nuestros seres queridos mientras no dominamos el habla.
El caso de los hombres y la sensibilidad es peliagudo. Yo me negué a llorar durante muchos años, porque eso no «era de hombres». Los hombres debían ser algo así como un híbrido de Hulk y Jason Born, jajaja.
Pero no, llorar, reír , saltar de alegría, derretirme en los brazos de mi mujer, dejar que el sol bañe mi cuerpo, percibir la respiración de otra persona y lo que siento de ella a través de mi empatía. Son tantas y tantas cosas por las que estar agradecido a la sensibilidad que no daría abasto…
Y gracias a esa espiritualidad, hace muchos años que dejé de intentar ser Hulk y quedarme con una versión mejor: yo mismo, con mis cualidades y mis defectos. Es entonces cuando experimento la libertad de SER y de estar en el momento presente, con lo que hay, no necesito más…
Te envío un fuerte abrazo!!
Sheila Vargas R. dice
Hola! Que interesante el hecho de la relación que consigues entre lo sensible y lo espiritual. Claro, para estar aquí y ahora hay que estar dispuesto a abrirse y percibir. Durante algunos meses por el término de una relación complicada bloqueé mis sentimientos. Dejé de lado el dolor, pero también la alegría, mi todos los días, sentirme yo desde mi. Fue sin darme cuenta, pero sin duda dejé de vivir. Éxitos por ese autoreconocimiento.
David García Alcaraz dice
Hola Sheila, lo curioso es que siempre estamos sintiendo, ¡es inevitable!
Lo que ocurre realmente es que vamos cambiando nuestro sentir a estados diferentes, pero no dejamos de sentir, solo cambiamos su forma.
Te pongo un ejemplo, si alguien bloquea sus sentimientos por un hecho como el tuyo u otro similar, lo que está haciendo es desviar la atención hacia lo que le ha producido dolor, pero sigue sintiendo en aquello a lo que ahora presta su atención.
Si alguien bloquea la alegría, la está cambiando por tristeza; si alguien bloquea la sensación de libertad, la cambia por miedo, por ejemplo.
Es muy curioso, pero el ser humano no puede dejar de sentir y lo que hace es cambiar constantemente sus emociones según le convenga en cada momento. El reto aquí es elegir la emoción que más feliz te haga en cada momento y no dejar que las circunstancias lo hagan por ti. Es lo que se denomina: Inteligencia Emocional.
Te envío un fuerte abrazo y te doy las gracias por tu comentario y tu compartir.
Diana Garces dice
Súper bien explicado el tema, me encanta que elimines ciertos mitos asociados con el tema de la sensibilidad, sobre todo para los hombres, porque bueno, en cuanto al tema para mujeres, ya lo tenemos bastante visto.
Pienso que ser sensible o una PAS es una característica que como bien dices todos tenemos de una u otra manera. Algunos se les nota más, otros requieren ciertos estímulos para sentirla o descubrirla, pero una cosa es clara, no es un tema nuevo, aunque sí es algo que ahora tiene más interés porque se está estudiando más, pero antes de ser una moda, era una realidad para muchas personas que no sabían cómo llamarlo y que fueron etiquetadas y catalogadas como personas «demasiado femeninas».
En fin, que el mundo sigue avanzando y todo aquello que nos ayude a entendernos mejor y definirnos de una manera mucho más auténtica y menos dura con nosotros mismo 🙂
Excelente exposición, me ha encantado descubrirte David. Un abrazo 🙂
David García Alcaraz dice
Hola Diana, un placer comunicarme contigo, que te sigo desde hace tiempo.
Efectivamente la sensibilidad es algo de siempre, lo curioso es cómo desde hace unas décadas se han dado cuenta de cómo la alta sensibilidad (diferente de la sensibilidad a secas) puede considerarse como un rasgo de personalidad por el procesamiento tan diferente que existen en las personas que se definen como PAS.
La verdad es que ya era hora de que la neurociencia esté investigando con tanta profundidad tanto la emocionalidad como la sensibilidad, y que se le esté dando la importancia que tiene al desarrollo de la inteligencia emocional.
Parece que la humanidad va dando sus pasitos, a pesar de todo…
Me alegro mucho de que te haya gustado el artículo y te agradezco mucho que hayas dejado un comentario… un lujo para mí.
Te envío un fuerte abrazo y gracias de nuevo.
Karina dice
Hola!!
Hace poco tuve la suerte de impartir un pequeño taller sobre las emociones a niños de ocho años. Fue altamente gratificante y educativo para mi. Entre muchas otras cosas aprendí que es un tema del que poco sabemos. Espiritualidad, sensibilidad, rabia, amor…son tantas y tan pocas las emociones que realmente sabemos describir correctamente!!
Gracias David por este fantástico post!!
David García Alcaraz dice
Hola Karina,
Pues tristemente es como dices, no nos han educado para mirar hacia dentro y básicamente todo lo que hemos aprendido es a poner el foco en lo externo y en lo que hay que hacer para conseguir un futuro perfecto.
Así hay tantas personas que a los 40 o 50 años ni siquiera saben responder a la pregunta ¿qué estás sintiendo ahora mismo? Porque a cada instante hay una emoción que predomina y no podemos dejar de sentir!!!
Al menos poco a poco estamos viendo más interés en las personas por el desarrollo de la inteligencia emocional como vía efectiva para conseguir un equilibrio en todos los ámbitos de la vida.
Para mí es una alegría conocer que has podido hacer un taller sobre emociones para niños de 8 años. Es muy bonito que haya personas como tú dispuestas a hace este tipo de trabajos. Así que gracias por contribuir a que el mundo aprenda y crezca un poquitito más.
Un fuerte abrazo y gracias por dejar un comentario.
Cami a l'estel dice
David me ha encantado tu post y tu reflexión sobre la relación de sensibilidad y espiritualidad, con la que estoy totalmente de acuerdo. Para mi ser sensible tampoco es señal de debilidad, simplemente es una característica que nos ayuda a estar conectados con todo lo que sucede a nuestro alrededor y ser más conscientes de lo que nos rodea y también de la espiritualidad.
David García Alcaraz dice
Hola Cami, me alegro mucho de que te haya gustado el post.
Es que es así, la sensibilidad es una cualidad de la naturaleza y en mi caso yo me siento muy bien expresando que soy sensible, de hecho me siento fortalecido cuando lo hago porque me siento más integrado conmigo mismo.
Creo que ser sensible está más bien lejos del concepto de ser vulnerable. El problema es que la palabra sensibilidad está «muy viciada» y se ha empleado mucho para sustituir a debilidad.
Menos mal que poco a poco las personas van creciendo en conciencia y se van dando cuenta de este tipo de características que todos tenemos y que son fortalezas en sí mismas.
Te envío un fuerte abrazo y gracias por comentar.
María Sánchez Fabián dice
Hola. Me ha gustado mucho tu artículo. La sensibilidad tiene muchísimo que ver con la espiritualidad, una cosa va de la mano de la otra. Yo también soy una persona altamente sensible y metida de lleno en la espiritualidad. Es un mundo que me fascina. Saludos.
David García Alcaraz dice
Hola María,
Encantado de conocer a otra PAS. El mundo de la sensibilidad es fascinante pero cuando se combina con el de la espiritualidad ya se vuelve increíblemente fascinante, ¿verdad?
Siempre hay cosas nuevas que aprender y cada paso que se da es una sorpresa que llena y nutre el alma.
Un fuerte abrazo y a seguir creciendo!!
Edu dice
Hola David,
Un aporte muy necesario!!! Muchas gracias por compartir tanto tu experiencia como todo lo que sabes sobre la sensibilidad en relación con la espiritualidad.
Es fascinante el momento que nos ha tocado vivir porque, bajo mi punto de vista, precisamente la sensibilidad (junto al cuerpo y a las emociones) representa la puerta de entrada hacia la espiritualidad.
Un fuerte abrazo!
David García Alcaraz dice
Hola Edu,
Totalmente de acuerdo contigo, estamos en un momento muy especial donde cada vez hay más personas con ganas de crecer en autoconocimiento y esto te lleva tarde o temprano a tocar el basto universo de la espiritualidad.
Sigamos abriendo puertas, amigo mío, para que más personas encuentren el verdadero camino que les lleva a experimentar la PAZ interior.
Un fuerte abrazo!!
Maite dice
Qué gran enfoque de la sensibilidad y la espiritualidad, David!
Me has hecho reflexionar acerca de cómo la sensibilidad nos ayuda a estar más presentes y ser más conscientes. Lo que para mí siempre había significado estar «fuera de onda», sentirme un bicho raro por querer buscar algo más en cada preciso momento, más relaciones de calidad, más experiencias de calidad, más emociones de calidad…. que me llevaban a aislarme y a sufrir, después me dí cuenta de que el problema no es que fuera PAS, sino que tenía una inteligencia emocional cero y pocos recursos internos para gestionar todo lo que sentía en el ambiente y con la personalidad que yo tenía.
Qué importante es el autoconocimiento para acercarnos a ese encuentro entre sensibilidad y espiritualidad. Y qué importante es la gestión emocional para liberar el gran regalo que es la alta sensibilidad.
Gracias por tu aporte y tu inspiración!
Un abrazo,
Carmen dice
David soy mexicana entre en tu página y el día de hoy me descubrí Pas tengo 61 años imagínate todo lo que he pasado,pero obviamente desde joven entre en una fuerte depresión,y por lo tanto me recetaron antidepresivos Y eso me quito un poco mi sensibilidad tengo miedo dejarlos,pero mi sensibilidad es grandísima
Quiero que me orientes que hago. Ahora estoy dedicada a la espiritualidad.
Gracias por tu conocimiento y tu tiempo. Carmen Gomez
Federico dice
Todos somos PAS, lo que pasa es que la realidad nos viene de golpe y tenemos que actuar como sea. Ya sea alimentar a tus hijos o abrirse paso al mundo. Ser PAS requiere inteligencia emocional para saber estar en cada situación. Nos olvidamos cuando dejamos para mañana lo que hoy tiene que ser.
Saturia dice
Gracias, solo hasta hoy vengo a comprender esta característica unida a la espiritualidad . Quisiera profundizar en el COMO hacerme más sensible.
Eva Aznar dice
Hola David,
Tu post me llega 2 años después de que lo hayas escrito. Es lo que tiene ser altamente sensible y sentirte un ser espiritual: que sabes que todo llega en el momento preciso para nuestro apoyo y crecimiento.
Resueno con todo lo que dices. Yo he descubierto el término PAS hace muy poco y me he identificado con ese rasgo, aunque creía que la espiritualidad, que para mí también es «vivir» (así de sencillo y de profundo) sería algo sentido por todas las PAS. He visto que no. Creo que puede ser que el término espiritual está ligado a muchas creencias y al final, seas pas o no, tienes tu propio camino de autoconsciencia por recorrer… Por eso me ha encantado tu forma de acercar ambos términos a un lenguaje accesible para todos. Siento que la sensibilidad es realmente una gran oportunidad de avanzar hacia una nueva Tierra y es maravilloso trabajar para que dejemos atrás creencias que nos limitan y comencemos a vibrar, desde nuestra sensibilidad, en el amor y la belleza de la vida. Gracias.