Las Emociones y la Espiritualidad: tema clave de mi blog ¡Atentos!
Te pido 5 minutos de atención. Si puedes, desconecta tu mente el tiempo de esta lectura.
- Eres de esas personas que, desde hace tiempo, se vieron obligadas a mostrarse fuertes pase lo que pase.
- Puede que lo hayas pasado bastante mal hace tiempo, pero como creciste pensando que no tenías por qué mostrarte vulnerable, fuiste escondiendo tus emociones en el patio de atrás.
- Por no hablar de ignorar o ningunear todo lo que tenga que ver con temas espirituales.
Eso, lejos de ayudarte, te ha perjudicado. De todas formas, nunca es tarde para aprender a gestionar tus emociones y abrirse a lo trascendental.
¿Sentir, transcender? ¿Para qué?
Desde mi propia experiencia, a veces es necesario pasar por una crisis existencial (o varias), y a veces incluso vivir una enfermedad para abrirte a otros puntos de vista.
En mi caso tuve que pasarlo bastante mal, hartarme de mí mismo y largarme a viajar solo de mochilero para hacerlo.
Aunque entiendo que cada persona tiene su proceso.
En este artículo, voy a compartir la que considero que es una forma equilibrada de gestionar tus emociones y tu espiritualidad.
Lo más importante es que no vamos a hablar de esoterismo, sino de temas terrenales que tienen un gran impacto en tu día a día.
Vamos allá.
1.- ¿Qué son las emociones?
Las emociones básicas
Hoy en día se escucha por todas partes, pero si te preguntan qué son las emociones, probablemente no sepas qué contestar.
¿O sí?
- Lo primero que hay que tener claro es que no hay emociones buenas ni malas.
- Que no te sorprenda, porque somos las personas quienes las juzgamos.
- A la vida poco le importan tus juicios, que te dará lo que necesitas para conocerte y crecer.
Hay muchos estudios que hablan de 6 emociones básicas, pero como esto no es un manual, para mí las básicas son 4:
- Rabia
- Miedo
- Tristeza
- Alegría
Las otras dos serían la sorpresa y el asco, pero como suelen ser espontáneas y además pueden diluirse en otras, no las voy a analizar mucho.
¿Cuál es el rol de las emociones?
- Si te fijas, el asco y la sorpresa te protegen de potenciales peligros de salud o imprevistos, pero nos interesan otras emociones.
- La tristeza, por ejemplo, es una emoción básica que tendemos a catalogarla como “mala”, porque si te echan del trabajo o rompes con tu pareja (situaciones que en el 99% de los casos generan tristeza), no te gusta cómo te sientes.
Sin embargo, esa emoción es una experiencia, seguida de una respuesta fisiológica y un comportamiento concreto.
Por ejemplo, si vives la experiencia de que te despidan de tu trabajo, lo normal es que tu cuerpo (fisiología) responda enviando hormonas de estrés.
Esa situación, dependiendo de cómo se lleve, también puede generar otras dos emociones: el miedo y la rabia.
Ahí lo que sucede es que se activan las alertas, y a nivel psicológico intentarás encontrar la manera de solucionar tu situación económica pronto para dejar de tener estrés o sentir esas emociones catalogadas como “negativas”.
Lo pongo entre comillas porque como decía es una etiqueta que le ponemos.
Aunque piénsalo, ¿harías algo si no sintieras esa emoción?
Las emociones tienen el poder de hacer que movamos el culo. Da igual que no te gusten.
Lo curioso es que pasa lo mismo con la alegría, pero al contrario.
Por ejemplo, si acabas de conseguir un ascenso en tu empresa o es fin de mes y acabas de cobrar, lo normal es estés alegre y pretendas sentirte así el máximo tiempo posible, ¿no?
En ambos casos hay que vivir las emociones con toda su intensidad, pero también ser consciente de que se terminan, y que volveremos a un estado natural de ecuanimidad (muy presente en el Budismo).
Además, si no vivimos las emociones como se debe, podemos llegar a rechazar todo estrés y sufrimiento y volvernos adictos al placer.
Ahí es donde nacen las adicciones (al trabajo, a las redes sociales, a las drogas…)
2.- La relación de las emociones y el cuerpo
Ya hemos visto algunas de las emociones básicas y su mecanismo de acción.
Ahora toca centrarse en tu vehículo: el cuerpo.
Y es que tu cuerpo es el único lugar en el que vas a vivir el resto de tu vida.
Además, junto a la respiración es la puerta de entrada a las emociones y a la espiritualidad.
¿Por qué? Sencillo, porque manifiesta tu estado mental y emocional.
Desde tiempos inmemoriales se dice que un cuerpo enfermo es igual a una mente enferma.
En las sociedades tribales no verás a personas obesas o con problemas de estrés o depresión. Más bien al contrario.
Por su estilo de vida están fuertes y saludables toda su vida. Además, si no contraen infecciones (para lo que no cuentan con nuestros avances médicos) son bastante longevos.
Estilo de vida occidental y estrés: algo estamos haciendo mal.
Sin embargo, en la sociedad occidental donde vivimos basta con echar un vistazo a tu alrededor (o mirarte en el espejo) para darte cuenta de lo descuidado que tenemos nuestro cuerpo.
Y eso teniendo en cuenta, como he dicho antes, que es el único sitio en el que vas a vivir hasta que mueras.
Por ejemplo, si has estado parte de tu vida ocultando tus inseguridades, tus miedos y tu verdadero yo a los demás, probablemente hayas sufrido ansiedad.
Ese tormento mental puede acabar generando sobrepeso, por el hambre emocional, o somatizándose a nivel físico. ¿Cómo? De varias formas:
- Dolor de espalda
- Dolor de cabeza
- Fatiga crónica
- Fibromialgia
- Disfunción eréctil si eres hombre
El efecto que tiene nuestro estilo de vida y la gestión de nuestras emociones sobre el cuerpo es increíble.
El ejercicio físico diario es esencial para conectar de nuevo con tu cuerpo y aprender a gestionar tus emociones de forma sana. Clic para tuitearAdemás, como efecto colateral al ejercicio tu cuerpo estará mucho más oxigenado, generarás más hormonas del bienestar y empezarás a querer alimentarte con más comida real y menos alimentos ultraprocesados.
Tanto la nutrición saludable como la actividad física son combustibles básicos para tu cuerpo. Al desatender alguno, te llegarán señales. Clic para tuitearEscúchalas.
Si tienes ansiedad de forma frecuente, aquí tienes 5 herramientas que te ayudarán tener más confianza, y que puedes poner en práctica en pocos minutos.
Ahora vamos con el propósito de este artículo.
3.- La relación de las emociones y la espiritualidad
Con los pies en la Tierra
Ya has descubierto qué relación tienen las emociones y el cuerpo, y ahora es momento de ponernos espirituales…enraizados a nuestro mundo.
Sí, porque muchas personas que conozco tienden a irse a las nubes con estos temas.
Mi visión con respecto a la espiritualidad es bastante terrenal porque tiene que ver con lo que ya te he contado.
Aunque también quiero hablarte de la respiración.
Desde hace unas décadas, en occidente se están popularizando mucho dos disciplinas orientales: el yoga y el mindfulness.
No es casualidad. La competitividad y el ritmo frenético de la sociedad occidental no nos da un respiro (y nunca mejor dicho).
Tanto en el yoga como en la meditación o mindfulness el foco primordial es tomar consciencia de la respiración para estar presentes.
Si no fuera útil, los negocios entorno a estas prácticas no prosperarían en occidente.
En otras palabras: necesitamos parar, estar en silencio y respirar.
“¿Respirar y ya está? Qué aburrido…”
Piénsalo.
Podemos estar más de una semana sin comer y varios días sin beber agua, pero basta con que estemos unos minutos sin respirar para que muramos.
¿Todavía crees que la respiración no es tan importante?
Sí, a mí también me parecía super aburrido al principio, pero al ir practicando me di cuenta de la sabiduría que había en Oriente con el cultivo del silencio.
El caso es que el aburrimiento es signo de no saber estar con uno mismo.
En el fondo, lo que nos incomoda es ese espacio de silencio y soledad.
Es importante recordar que tú eres la única persona que te va a acompañar el resto de tu vida, por lo que te conviene llevarte bien contigo mismo.
Para mí eso es la espiritualidad, y no las creencias religiosas ni el dogma.
Si te has pasado toda tu vida ocultando tu verdadera identidad con capas de miedos e inseguridades, quizá lo ideal es que empieces a mostrarte vulnerable con tu entorno cercano.
Esa vulnerabilidad es clave para soltar lastres emocionales, de forma que puedas conectar a un nivel profundo con otras personas.
De hecho, si te fijas nos pasamos la vida buscando conectar con los demás y con algo que nos llene (pareja, trabajo, amistades…), pero nuestras estrategias no son muy inteligentes, ya que tenemos una tendencia natural a aislarnos de nuestro entorno.
Y más teniendo en cuenta las nuevas tecnologías, que nos hacen la vida más cómoda pero también más solitaria.
Por eso te animo a que te atrevas a poner en práctica un valor que considero esencial: la honestidad.
¿Qué te da miedo? ¿Cuáles son tus inquietudes a un nivel profundo?
Honestidad
Si eres honesto y asertivo con los demás, no sólo te sentirás más en paz contigo y con la vida, sino que tus relaciones personales y profesionales serán mucho más cercanas y prósperas.
Como has visto, alimentación, ejercicio y respiración son 3 pilares clave interrelacionados para conectar a un nivel profundo con tus emociones y con tu voz interior (o esencia espiritual).
Además, la conexión y la plenitud que buscas a nivel inconsciente, en el plano profesional y personal, sólo se consigue siendo honesto contigo y con los demás.
¿Pones en práctica alguno de los pilares que he mencionado o estás pensando en hacerlo?
Si tienes alguna duda o quieres decirme algo sobre el artículo, cuéntame abajo en los comentarios 🙂
Edu Serrano: Hace unos años me sentía vacío y solo así que decidí irme a viajar por el mundo. Me di cuenta de que no era quien creía que era, por lo que empecé a superar mis inseguridades y mi ansiedad para mostrarme como en realidad soy. Hoy acompaño a personas con alta sensibilidad para superar su ansiedad y conseguir paz, claridad y equilibrio en sus vidas.
Encuéntralo en https://rutakaizen.com/ y síguelo en Facebook
Edu dice
Hola Ana,
Muchas gracias por abrirme las puertas de tu blog!
Me hace especial ilusión contribuir en este pedazo de proyecto. Además teniendo en cuenta tu misión me siento hasta privilegiado 🙂
Cuerpo, emociones y espiritualidad son inseparables.
Un fuerte abrazo y a seguir liándola parda!
Ana Bizarro dice
¡Cómo para cerrártelas!!
Sí somos unos privilegiados en estar conectados con nuestras emociones y ser conscientes de ellas para vivir y evolucionar con ellas. La vida está bien hecha, nos guste o no nos guste 🙂
¡¡ Bienvenido a la Fiesta Edu!! Algo liaremos juntos, ni lo dudes. Paciencia y buena letra.
Ana dice
Hola Ana y Edu!
Me ha encantado este artículo por lo simple de él. Parece que buscamos respuestas complejas, cuanto más complicada parezca la solucción más efectiva será. Y luego lees palabras como estas y te ayudan a ver que tenemos todas las herramientas al alcance de la mano.
Mi pilar siempre ha sido el ejercicio físico, poner la atención en el cuerpo me ayuda a ganar algo de claridad 🙂
Y un consejo que me llevo es el de aburrirme, permitirme aburrirme!
Un abrazo!
Edu dice
Hola Ana,
Pues sí, el ejercicio físico es un pilar clave de la salud física, mental y espiritual de las sociedades ancestrales (algunas de las cuales perduran hoy).
En cambio, como nosotros nos pasamos casi todo el día delante de una pantalla, no es casualidad que aparezcan la ansiedad, el sobrepeso, la depresión y otras dolencias occidentales.
De todas formas, como el estado anímico y físico es un reflejo de tu vida, depende de cada uno poner atención al cuerpo y a los patrones emocionales.
Buenísimo lo de «permitirse aburrirse», y totalmente de acuerdo 🙂
Un fuerte abrazo y gracias por comentar!
David Quesada dice
Gracias Edu por poner orden en nuestra mente para entender cómo funciona esto de las emociones y la espiritualidad, ¡y por tu ejemplo de superación y de vida consciente! Me quedo sobretodo con lo de llevarnos bien con nosotros mismos y entender que mostrarnos vulnerables no es signo de debilidad sino todo lo contrario. ¡Nos hace humildes y nos conecta con los demás! ¡Un abrazo compañero!
Edu dice
Hola David!
Estar en paz con uno mismo es clave para ser feliz pero, paradójicamente, cuesta.
La vulnerabilidad tiene un poder brutal, y aunque tiene ese estigma de debilidad (sobretodo en hombres), en realidad es sinónimo de valentía. De hecho, las personas con las que más he conectado son con las que vulnerable me he mostrado 🙂
Aunque de miedo hacerlo, inconscientemente siempre buscamos conectar.
Un abrazo y gracias por tus palabras!
Maite dice
Hola Edu,
cuánta falta hace la educación emocional en nuestra sociedad! Ahora me escandaliza pensar que hasta hace no muchos años ni siquiera era capaz de poner nombre a lo que sentía ¡cómo iba ni siquiera a poder gestionar mis emociones!
Al igual que tú, tuve una adolescencia complicada, completamente desconectada de mí misma y sintiéndome insegura y frágil fuera de mi círculo de confianza. De hecho, no hace tanto que conecté con mi esencia y me permití ser yo misma, sin filtros, sin máscaras… con mis miedos, pero con más confianza en mí misma.
Hay dos cosas que comparto totalmente, y de hecho forman parte de mis mantras fundamentales:
La acción y el miedo como motor de cambio y crecimiento. Después de enfrentarme al miedo durante muchos años, intentando esquivarlo, ocultarlo y vencerlo, me di cuenta de que podía convertirlo en mi aliado, y descubrí que cuando algo me daba miedo y lo hacía, no solo el miedo desaparecía, sino que ganaba mucha confianza.
La otra gran revelación para mí fue el poder de la vulnerabilidad. Cuando eres honesto contigo mismo y con los demás, y te muestras como eres te vuelves mucho más poderoso, porque no pierdes foco ni energía intentando mantener máscaras, mentiras o egos, y te sentirás más en paz contigo mismo.
Gracias por compartir tu experiencia y tus aprendizajes, son una gran inspiración.
Un abrazo cósmico!
Fernando García dice
Gracias Edu, pues este artículo me a mostrado realmente lo que en toda mi vida no pude ver con claridad, pero gracias a las enseñanzas que as compartido aquí disipo muchas dudas e inseguridades y miedos que me permiten ahora sí estar bien con migo mismo y por tal motivo ser vulnerable ante el mundo que me rodea es sencillamente la forma adecuada de creer en mi mismo y de liberar mi cuerpo y mi espíritu de las emociones y pensamientos que se encuentran en mi vida encerrados, causando daños fisiológicos, mentales, espirituales…y que talvez an causado el miedo a ser realmente yo mismo.
wendy dice
me encanto este tema y me hizo reflexionar mucho porque justo en este momento estaba en un tiempo de crisis