En esta ocasión, creo que el título es bastante claro: lucha versus acción ¿no?
¿Piensas que debemos seguir luchando para conseguir nuestros objetivos profesionales? Yo no pienso hacerlo.
Y ésta es la reflexión de esta semana. ¡Espero que te guste!
El pasado 08 de marzo se celebraba el Día de la Mujer Trabajadora. ¡Tranquilos, tranquilas! No voy a hablar de igualdad y desigualdad, de mujeres ni de hombres. Voy a hablar de luchar. Del poder de esta palabra.
Yo cuando escucho «luchar», me visualizo con mi escudo, mi espada, mi casco… y veo sangre, veo sudor, sufrimiento… Por lo tanto, es una palabra que intento evitar ¡Fuera!
Porque … ¿realmente tenemos que luchar para conseguir nuestros objetivos profesionales? ¿Qué es luchar para ti?
«No ha sido fácil»
El jueves 09 de marzo, ASPEGI, la Asociación de Profesionales y Empresarias Guipuzcoanas premiaba la labor de tres mujeres trabajadoras, tres mujeres luchadoras. Una de ellas amiga mía.
La verdad, el acto fue muy chulo, se celebraba en una de las salas del Acuarium de San Sebastián. Me encantó, pero no pude evitar emocionarme cuando mi amiga tomó la palabra.
Ella, con apenas 50 años, ha conseguido ser reconocida profesionalmente en una empresa guipuzcoana de servicios tecnológicos con 100 trabajadores . En 30 años se ha ganado el respeto de su Junta Directiva y de su equipo.
¡Enhorabuena, Isa, te lo has ganado!
Pero como ella bien dijo en su discurso “no ha sido fácil”. Y yo, con estas palabras sí me siento muy identificada. Por eso la pregunta que os lanzo es:
¿Hay que seguir luchando?
Para mí, luchar es una fórmula bastante sencilla:
Por eso se habla tanto del FOCO. Por eso no me canso de repetir “a nuestro ritmo y a nuestro gusto”
«Luchar» es una palabra que me incomoda, incluso que me asusta y te voy a explicar por qué.
Mi madre fue una gran luchadora, muchas mujeres de la post-guerra lo han sido para conseguir su libertad. Pero creo que hay que aplicar otras fórmulas, tanto para las mujeres como para los hombres. Yo, lo tengo clarísimo: no quiero luchar.
Síííííí, yo también he pecado. Sé lo que es luchar.
Luchar hasta la muerte
Creo que es el error de muchos empresarios o de muchos profesionales en general : luchar hasta la muerte. Por seguir:
- Manteniendo sus negocios
- Conservando sus puestos de trabajo
- Seduciendo a tu pareja
- Dando la mejor educación a nuestros hijos.
En definitiva: luchar por seguir teniendo muchos (y complicados) frentes abiertos.
¿Qué he aprendido en estos 15 años, cuando me puse el reto de montar una empresa desde cero y lograrlo? Pues que la lucha ha sido agotadora. Mi ex-marido, en los momentos delicados me decía:
– ¡Tenemos que LUCHAR!
Venderla ha sido una bendición para dejar de luchar. Es verdad que:
- Hay que superarse.
- Tomar decisiones enriquece, motiva y funciona. A mí me ha funcionado y a otros les seguirá funcionando.
Simplemente debemos introducir en la fórmula que es agotador.
En este nuevo camino de empresaria digital, NO VOY A CORRER. NO VOY a LUCHAR. ¡Lo tengo claro!
Voy a actuar desde la Acción, sí. Desde la Acción con Alegría ¿Te suena?
Aceptar que hay que avanzar sí, pero con pequeños retos, con pequeños pasos, con pequeñas acciones. Aceptando también las pequeñas derrotas, los pequeños fracasos que vayan surgiendo.
Estoy convencida. ¿Y tú? ¿Tienes prisa por conseguir tus objetivos? ¿Quieres exponerte a perderlo todo y tener que volver a empezar de cero?
Yo lo estoy haciendo, no me queda otra. Pero sinceramente hubiese preferido no correr tanto y mantener lo que con tanta ilusión se creó hace 15 años. ¡No hay vuelta atrás!
Aquí lo dejo.
¿Cambiamos la palabra «lucha» por la palabra «acción»?
Te deseo una semana llena de acción y de alegría.
Fuente foto destacada: Shutterstock
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B. Erika dice
Uf! Qué a tiempo hoy este post y otros a través de los que he llegado a ti; creo fervientemente en la causalidad.
Yo también creía que hubiera preferido no correr ni luchar tanto y haber mantenido lo que tenía hace 15 años, pero después del post de Antonio G de Inteligencia viajera sobre la «falacia del costo hundido», y como te decía de haber llegado hasta este y otros posts, estoy segura de que la acción con alegría es lo recomendable. De hecho enlaza directamente con mi visión de conjunto sobre la manera femenina de emprender.
Un placer volver a leerte y hasta la próxima.
Ana Bizarro dice
Divina causalidad, sí!!
Me encanta el nombre que le puse a mi blog hace más de 3 años … porque no hay codicia sino simplemente Amor.
Y de eso las mujeres tenemos unos cuantos metros de ventaja 🙂
Me alegra leerte Erika (yo también admiro a AntonioG) y hasta cuando quieras. AB+