
El nacimiento de un hijo es un gran momento. Es una transformación metafísica difícil de explicar. Es una revolución personal. Y surgen grandes preguntas. Nos hacemos preguntas transcendentales, coaching sin saberlo (¿!). Lo que yo siempre he llamado sentido común. ¿Y si hablamos, hoy, de espiritualidad?
El nacimiento de un hijo es un gran momento,
Y empiezan las atenciones materiales hacia nuestros retoños …
¿Qué nombre elegir? ¿De qué color pintamos la habitación? ¿A qué guardería le llevaremos? ¿Le bautizaremos? ¿Quienes serán los padrinos? ¿Dormirá en nuestra habitación? ¿Le daremos el pecho o el biberón? Y un largo etcétera …
Mi hijo nació en el 2000 y por supuesto le bauticé. Lo mismo hice con mi hija en el 2002. Pero yo era inconsciente de por qué habíamos tomado, su padre y yo, esa decisión. Pero empezaron las preguntas que, sin saberlo, me llevarían al despertar.
Sigo …
Yo he nacido en el seno de una familia atea, pero recuerdo con gran cariño los domingos en los que mis abuelos me recogían para asistir a misa de 11:30.
Y surgen las atenciones inmateriales hacia nuestro hijos …
Me surgieron dudas con la educación (obligatoria y reglada) y decidí cambiar de centro escolar. Siempre buscando nuevos caminos, buscando la felicidad para mis hijos.
Y surgió la decisión de la educación religiosa ¿Les llevaría al catecismo? ¿Harían la comunión? Era el año 2006.
Me dejé guiar por mi intuición (¡genial!) porque son temas tabúes para tratar en el colegio (público), en la familia o con la mayoría de padres que han optado por prescindir de cualquier tipo de religión, filosofía o juego de vida (para ellos y) para sus hijos.
Yo simplemente quise darles algo más de lo que yo había recibido.
Pero, por supuesto, tuve que implicarme en la enseñanza de esta materia porque faltaban catequistas. Lo bueno de esta experiencia es que tuve la suerte de encontrarme con un gran cura, un cura cercano, un cura de “pueblo” que me acompañó y me ayudó a sentirme a gusto con una materia que se me escapaba.
Bueno Ana …que nos aburres con tus experiencias …¡Al grano por favor!
Pues no quiero contar nada. Simplemente haceros unas cuantas preguntas que nadie me preguntó pero que me hubiese encantado que me hiciesen.
Fueron 3 años de preguntas que me llevaron a una comunión con la espiritualidad en 2008 y que desde entonces no ha dejado de aumentar.
- ¿Te has planteado seriamente que es para ti la espiritualidad?¿Una religión, una filosofía, un juego?
- ¿Te gustaría practicar para inspirar la espiritualidad en tus hijos?
- ¿Piensas que se puede vivir como un juego, la espiritualidad, es decir con alegría?
- ¿Por qué le damos tanta importancia a la educación mental, y ninguna a la educación emocional o espiritual?
- ¿Es mejor interpretar desde la ignorancia o desde la práctica? ¿Y luego adaptándola a nuestro sentir, a nuestra conciencia, sin seguir movimientos de masa?
Pues para mi la religión es como la política, los negocios, la educación, la sanidad, … incluso el deporte.
¡¡Reglada hasta la muerte!!
Así no puede surgir la creatividad, para mi.
Y ahora resuena la voz de mi progenitor >>>> ¡¡Anaaaaa!! <<<<
Si no hay leyes las personas somos incapaces de controlarnos
Y yo pienso en mi cabeza (pues le debo respeto y sé de sobra su falta de flexibilidad con este tema):
Las leyes son lo que nos impide crecer porque a diferencia de hace 50 años en donde el desarrollo y conocimiento mental eran mínimo en una parte muy grande de la población, HOY en día, nos sobra desarrollo, conocimiento y podemos (y debemos) autocontrolarnos para ser libres.
Ser libres, equivocarnos en nuestras decisiones y mejorar a nuestro entender (y grado de consciencia). Porque ¿A quien le gusta que le dicten unas normas estrictas, pesadas, en muchos casos absurdas y con sanciones económicas abusivas? Pues a nadie, o casi nadie. A mi no, desde luego.
Y para terminar quiero dejaros dos libros que me ayudaron a introducir la espiritualidad en mis hijos.
Dios para locos bajitos de Enrique Barrios
Y os dejo un fragmento que me encanta:
“Tú estás en el mundo para hacer algo, algo que por ahora no puedes recordar. Antes de nacer lo recordabas porque estabas conmigo. Después lo olvidaste. Viniste al mundo para hacer algo lindo, así que tienes que cuidarte para que más adelante puedas hacer eso que viniste a hacer. Claro que yo también te voy a cuidar, pero ¡OJO!. Presta mucha atención. Si tu decides tirarte desde un avión sin paracaídas, yo no lo puedo impedir. Tampoco puedo ponerte un colchón para que no te pase nada. Claro que podría hacerlo, porque yo puedo todo, pero hay algo muy importante que debes saber: Yo te hice LIBRE …(…) Por eso hice personas, que aman, y no máquinas ni títeres”
Las 7 leyes espirituales para padres, que os resumo así:
1/Todo es posible
El domingo es el día de la potencialidad pura
“Hoy les decimos a nuestros hijos que todo es posible independientemente de lo que pase”
2/ Si deseas obtener algo, da lo mismo.
El lunes es el día de dar.
“Hoy le decimos a nuestros hijos que si desean algo deben darlo primero”
3/ Cuando haces una elección, cambias el futuro
El martes es el día del Karma
“Hoy les decimos a nuestros hijos que cada vez que eligen un camino, modifican el futuro»
4/ No te resistas, sigue la corriente
El miércoles es el día del menor esfuerzo
«Hoy les decimos a nuestros hijos que no opongan resistencia y se dejen arrastrar por la corriente»
5/ Cada vez que deseas o esperas algo, siembras una semilla
El jueves es el día de la intención y el deseo.
“Hoy les decimos a nuestros hijos que cada vez que tienen un deseo o una necesidad, que planten una semilla»
6/ Disfruta el viaje
El viernes es el día del desapego
«Hoy les decimos a nuestros hijos que disfruten del viaje»
7/ Estás aquí por una razón
El sábado es el día del Dharma
«Hoy les decimos a nuestros hijos que están aquí por una razón»
Las 7 leyes se pueden incorporar a la vida familiar desde cuando los niños están muy pequeños. Si se hace con naturalidad, sin presiones ni imposiciones. Nuestra práctica es siempre la influencia más positiva.
Y se establece un programa diario, cada día está dedicado a una ley. Esas leyes espirituales se convierten en hábitos que los niños (y los no tan niños) vamos asumiendo con felicidad y AMOR.
¿Te atreves con la espiritualidad para padres? ¿Te atreves a educar a tus hijos desde la práctica?
Ellos te lo agradecerán, ellos nos lo agradecerán, ellos nos bendecirán.
Hoy es viernes y toca disfrutar del viaje desde el desapego a nuestras creencias, a nuestras pertenencias. 🙂


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Ana gracias por compartir una vez más. Alimentar nuestro esíiritu cada día y enseñar a nuestros hijos a experimentarlo es la mejor elección q podemos hacer. Un abrazo Ana
¡Qué no haríamos por nuestros hijos? Ehhhhh …
Gracias a ti por comentar: necesitamos valientes, Txeli.
Buenos días Ana,
Espiritualidad, religión, filosofía y Libertad.
Yo quiero que mis hijos sean Libre-pensantes y emocionalmente activos. Que puedan manifestar sus emociones y que se respeten sus decisiones.
Por que como tu bien dices, el nacimiento de un hijo es una gran revolución personal, y si son 3 ni te cuento 🙂
Un saludo.
Es un orgullo tener un padrazo en nuestra tribu, Pedro.
Nosotros sabemos que lo hacemos por ellos, y por los niños que se merecen equilibrio mental,emocional y espiritual.
¡A ver si encontramos más hombres dispuestos a conquistar la felicidad para sus hijos desde la valentía!
Tema muy filosófico el de hoy… Desde luego me hubieran gustado estas preguntas en su momento..
Mi hijo fue educado en en colegio religioso y sin embargo no creo que eso le sirviera para ser mas espiritual. Es mas hoy en día reniega de esa religión aprendida.
A pesar de su falta de creencia actual.. Seguro que en el fondo, con algo mas de rodaje en la vida todo eso que intentamos inculcar surgira .
Lo que si tiene muy claro es el aspecto libertad de pensamiento, de acción, de vida.. Por eso creo que cuando sea su momento podrá elegir libremente ser mas espiritual.
Su tuviera que volver a empezar a educarlo, seguro que no elegiria el tipo de colegio religioso al que fue.. Y trataria de transmitir mejor el verdadero valor espiritual. Pero el resto lo haría mas o menos igual… Porque lo que a mi mas me importaba al criarlo era que fuese un ser independiente, con fortaleza mental, capaz de tomar decisiones razonadas desde la cabeza y el corazón… Y eso si esta logrado..
Gracias por traer temas que siempre te dejan reflexionando.
Un abrazo
En una palabra: libertad.
Asumiendo que, a veces, nos tenemos que perder para reencontrarnos … pero al son de nuestro corazón y de nuestra mente.
Todo lo que tiene barreras, no es para mi, educación.
Pero después de visto todo el mundo listo … y cada uno debe dar SUS pasos.
Gracias por tu testimonio, Andrea.
Como dice Andrea, ¡qué profundidad hoy! Está bien. Es imprescindible plantearse eso.
Yo me eduqué en un entorno muy religioso y viví como católica muy comprometida hasta mis veintipocos años. Cuando me dí cuenta que me limitaba, en vez de ayudarme a crecer. Desde entonces puede decirse que soy «agnóstica». Palabreja fea. Tengo mis valores, mi espiritualidad, pero sin «Dios».
Y mi hijo, al echarle ahora, recientemente, la matrícula (empieza su escolarización ahora) pusimos la cruz en «enseñanza católica». Aunque siempre habíamos hablado de lo contrario. Y es porque como dices, hay que darles y que conozcan para que elijan. Y para mi y mi pareja eso es primordial.
Un fuerte «achuchón» (abrazo andalú)!
Estoy contigo, con Pedro, con Andrea y con muchos padres que queremos educar desde la inspiración y no desde la imposición.
Esencia, Fuente, Energía, Poder, Universo, Dios, Campo Akásico … son para mi,fuentes de espiritualidad: una sabiduría que supera las barreras humanas (y menos mal!)
A pasar calor!! que llega el verano.
Wow Ana; cada día nos sorprendes!
De acuerdo con incluir la espiritualidad en la vida, en el formato que cada uno quiera. Hasta el gran Stephen R. Covey tuvo que completar sus maravillosos 7 habitos con «El 8º hábito» (de obligada lectura) nos lleva de la efectividad a la grandeza.
Define 4 atributos personales; Visión (mente); Disciplina (cuerpo); Pasión (corazón); y Conciencia (espíritu).
Te molan para tus guapos hijos?
Un abrazo!
Oh Yeahhhh! You´re right … tengo que leer «el 8ºhábito» pues admiro Covey y todo lo que sembró en mí.
Y escribiré un post con «mi caja de herramientas vitales para sobrevivir en el siglo XXI» Jajaja
El post de la semana que viene (te lo adelanto pues son San Fermines 🙂 ) hablará de los 4 juegos vitales !!
Yo estaré en Barcelona con mis hijos, grandes amigos, y grandes maestros para disfrutar de esta gran ciudad.
Desde que lo leí, tenía muchas ganas de poder comentar esta entrada con calma. He tenido unos días muy agitados.
La verdad es que no nos paramos a pensar lo suficiente en lo que representa la religión o la espiritualidad en nuestras vidas. Para mucha gente no tienen importancia (opinión que respeto pero no comparto) para mí lo es todo porque es lo que sienta unos pilares y unos valores que guían nuestras acciones. Ojo, no digo que las personas que no sigan una religión no tengan valores, pero sí que creo que las creencias confieren un propósito y un fundamento a la misión que tenemos en la vida, además de una referencia para actuar conforme a esos valores.
Además de eso a mí, personalmente, mi fe católica me proporciona una confianza y una fuerza que ha sido determinante para afrontar los momentos duros que he encontrado a lo largo del último año, porque sé que no estoy sola y que «Dios proveerá», y con esto no quiero decir que crea me pueda relajar y que se me va a dar todo hecho por arte de magia, pensar eso sería una estupidez. Pero es algo que me reconforta y que ha resultado ser cierto. Tampoco es algo que pueda explicar o argumentar. Tengo fe y eso me ayuda. Punto.
Éstos son temas muy personales y cada uno ha de vivirlos como los sienta y respetando el punto de vista de los demás. Yo vivo mi religión y mi espiritualidad como un punto de apoyo muy trascendental y una referencia para procurar actuar siempre conforme a los valores que sustentan esa filosofía de vida, y no creo que seguir una religión deba verse como una imposición, al fin y al cabo, uno elige o no seguirla y en ese sentido es en el que ejercemos nuestra libertad. Yo me he criado en un ambiente católico y mi colegio era de monjas, vale, pero finalmente tomé mi decisión como adulta de continuar en esta fe y, en consecuencia, hice la Confirmación. Y reconozco que no obedezco todos los dogmas que dicta la Iglesia, pero porque la mayoría de esos con los que no estoy de acuerdo fueron impuestos por el hombre, no por Dios, y son cosas que para mí no cambian lo esencial, que es la fe en el mensaje en sí. Finalmente es mi fe en Jesucristo lo que me impulsa día a día (y no detalles accesorios como no comer carne los viernes de pascua, por poner un ejemplo).
Por eso creo y defiendo que seguir una religión es perfectamente compatible con mantener una mente abierta y el espíritu crítico, a la vez que te mantienes fiel a la escala de valores que orientan la vida de uno.
Muchas gracias por esta entrada, Ana. Un abrazo.
Lourdes
Bueno, lo que he querido decir (que al final me he enrollado un montón y creo que no he dejado claro) es que no creo que educar a los hijos en una religión o en otra sea imponer. Como bien habéis comentado, es preferible enseñar para que el niño luego pueda elegir, después de haber visto lo que hay. Y esta es una elección libre que todos podemos hacer independientemente de lo que se nos haya enseñado siempre y cuando hayamos sido capaces de desarrollar una espíritu crítico. Yo educaré a mis hijos en la fe católica porque es en lo que creo y lo que va acorde a mis valores, pero siempre podrán elegir, como han hecho muchos de mis compañeros de mi colegio que crecieron en la misma educación que yo y sin embargo son ateos. Cada uno elige libremente su camino.
Pues schi! Casi nos da para otro post … pero a mi me gusta la gente que participa y que se moja !!
Gracias Lourdes porque veo que hasta en la espiritualidad coincidimos.
Y estoy totalmente de acuerdo con dar a mis hijos muchos caminos para que sean ellos los que elijan desde la libertad (me guste o no me guste)
Yo he elegido y me siento feliz y llena de energía para levantarme todas las mañanas y ver como el mundo evoluciona hacia la paz, el amor, la creación (y no la guerra, el temor, y la destrucción)
Cuando vaya a Madrid nos vemos sin falta 🙂