La envidia. Otra invención de nuestro ego para complicarnos la existencia.
Por eso, no podía cerrar este ciclo de mis 10 primeros videos de mi canal de YouTube, sin hablar de la envidia.
Si quieres, de verdad, transformarla, dale al play. Sin miedo. No sé si te gustará pero lo que sí sé es que te sorprenderá.
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Generalmente, las cosas malas queremos … matarlas, esconderlas, ignorarlas. ¡Vaya por dónde!
Pero ¿realmente piensas que es una buena solución matar o ignorar a la envidia?
Lo que HOY voy a contarte me ha llevado muchos años de reflexión y de introspección para entenderlo, pero AHORA estoy totalmente convencida.
- Todas las emociones tienen una manera de ser compensadas.
- Todas las emociones se pueden diseñar a nuestro gusto.
Te lo explico mejor.
¿La envidia es buena? Por supuesto que sí.
Recordemos juntos
Sí, lo sé ¡soy una pesada! Mis hijos me lo dicen todos los días, pero es una buena manera de aprender más rápido.
Una emoción es una señal intensa que percibe nuestro cuerpo para interpretar nuestro entorno. Por lo tanto, para ponernos en Acción
La envidia nos pone en acción Clic para tuitearPor eso algunos lo llaman «envidia sana». Yo prefiero llamarlo admiración. No envidio a mis maestros pero sí, los admiro por su gran valentía y humildad.
Así son las personas que admiro.
Déjame que te cuente
Desde muy pequeña soy inmensamente curiosa … devoro información de cualquier tema, índole o interés, por variopinto que sea. Por eso …
- En el colegio, admiraba a los maestros
- Luego en el instituto, a los profesores
- En el trabajo, a los empresarios
- En la vida, admiro a los sabios.
- Pero os juro que pocas veces siento envidia, y mucho menos «envidia sana».
Es la conclusión que he sacado este fin de semana tras un retiro intenso de neurocodificación mental.
La envidia en exceso es mala, porque en vez de ponernos en acción, nos paraliza.
¿Qué es lo que nos paraliza?
Nuestra vocecita interior … la cotorra que todos llevamos dentro. Por ejemplo nos decimos:
- ¡Con qué facilidad consigue “esa persona que admiro” las cosas!
- Yo no tengo esas capacidades tan maravillosas que tiene él o ella…
- ¡Ay, si yo tuviese su dinero, sus contactos, su belleza … otro gallo cantaría!
- …
¡Todo mentiras, por supuesto!
Es lo que tu mente se cuenta para no entrar en acción y ahorrar energía al máximo.
¿Sabéis quién es la persona que más he admirado en mi vida?
Venga piensa, piensa …Sí, mi marido.
Es un hombre valiente, sin miedos y con mucho sentido del humor. Así le van las cosas en la vida. Todo le sale bien, o casi todo. ¡Nunca tira la toalla! Por eso, ha sido una bendición poder estar a su lado durante 25 años.
¿Qué es lo que he aprendido tras nuestra separación? Que la admiración en exceso también es mala.
Pasa como con el AMOR: primero hay que amarse uno mismo y luego amar al Infinito.
Con la admiración pasa lo mismo, hay que empezar admirándose a uno mismo.
Por eso todo es bueno: la envidia, la admiración, el Amor propio, el Amor ajeno … pero siempre en equilibrio.
Otro día hablaremos de la aceptación: otro gran aprendizaje en mi vida.
Aceptar que esa persona que admiras no te admira. Y si te admira, no te lo dice o no te lo demuestra.
Es lo que pasó en mi relación. Pero es algo que compartiré en mi primer libro sobre negocios vistos con inteligencia emocional y espiritual.
¿Conclusión de este video?
- Cuando sientas «envidia» por alguna persona, cambia tus palabras para que se conviertan en emociones, que transformarán tus sentimientos en admiración.
- Y empieza por admirarte de verdad ¡Todos somos únicos! Y todos tenemos algo que nos hace destacar. De verdad. ¡Compruébalo!
Hasta el próximo vídeo sobre inteligencia emocional y espiritual en los negocios digitales.
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Vir dice
Hola Ana,
Lo que mejor me funciona es «bendecir» aquello que envidio en los demás.
Besos
Vir
Ana Bizarro dice
Lo apuntamos!! Cuando dejemos de rechazar la Espiritualidad (por la mala influencia de la Religión) aceptaremos la Bendición, la Rendición, la Asunción. Go, go, go.
Carlos dice
Ana, Gracias por tan explendida lección.
Te cuento un poco de mi historia. Muchas he sentido envidia, anteriormente me sentía culpable pues tenía entendido que la envidia era mala. Pero gracias a cambiar de enfoque en lo últimos años tras como dices tú introspección y autoconocimiento he descubierto que me ayuda mucho hacerme preguntas tipo:
¿Qué estoy envidiando de esa persona?
¿Qué deseo no satisfecho me está mostrando esta emoción?
Ana Bizarro dice
Gracias Carlos … lo primero he visitado tu blog (y he leído el sobre mi!!)
Yo también soy una eterna aprendiz y ¡¡te admiro!! por ello. También he decidido SER una Diseñadora de Emociones pues he descubierto que podemos TRANSFORMAR nuestras emociones a nuestro gusto con el único objetivo de SER libre y FELIZ.
Muchísimas gracias no solo por pasarte, sino por comentar.¡Seguimos superándonos!!