Gracias. Gracias por estar aquí leyendo estas letras que escribo desde el corazón y por estar interesado en saber más sobre el elixir de tu esencia. Así llamo yo a nuestra energía vital.
Pero antes de nada, permíteme que te comparta algo personal que creo puede inspirarte, es mi historia de superación.
El viaje del héroe que no quería serlo pero no tuvo más remedio.
Agobiado, vacío, fuera de mí.
Así vivía mi día a día hace más de 13 años. Ahora entiendo muy bien eso de “fuera de mí” pero a los 33 años no. Y luego te lo explicaré.
En aquel entonces trabajaba en el mundo de la moda, en un trabajo que en un principio me ilusionaba y que, con el tiempo se tornó en pesadilla.
Aunque la pesadilla estaba en mí. En mi interior, en mis miedos, en mis inseguridades.
Trabajaba 9 horas en un trabajo a 100 kilómetros de mi casa, con una hora de autopista para ir y volver. Pero lo peor no era ni el trabajo, ni la distancia, ni los atascos. [sigue leyendo]
¿Qué era lo peor?
Lo peor, a mis 33 años, era la sordera espiritual con la que vivía en aquellos entonces, sin saber quién realmente era ni el porqué de mi vida. Clic para tuitear- era sentirme culpable de no tener valor de tomar las riendas de mi vida.
- esto produjo un cortocircuito interior que me obsequió una inflamación alarmante en mi rodilla izquierda.
Mi cuerpo estalló por dentro y tras ese episodio, el diagnóstico y la sentencia de un reumatólogo: “Tienes Artritis, una enfermedad crónica que es para toda la vida”.
En aquellos años yo era muy escéptico y materialista, pero cuando pasan los años y nada funciona, cuando la medicina oficial no te da una solución, la desesperación se vuelve tu compañera. Clic para tuitearAsí que me abrí a buscar alternativas.
Me volví buscador.
Y quien busca respuestas las encuentra. Encontré la solución por internet cuando menos me lo esperaba. Cuando tenía que ser.
El Camino de la Energía vital.
- Así se llamaba el libro que en una web recomendaban para aliviar los dolores articulares.
- Más que leerlo, lo pasé a la acción desde el principio.
- Trataba sobre un sistema antiguo oriental llamado Chi Kung, que consistía en unos ejercicios en movimiento y estáticos con los que se podría, según prometía el autor del libro, mover nuestra energía vital interna y recuperar la salud.
- Y día a día dedicaba media hora a mi práctica, y el decimoquinto día ocurrió. Me levanté de la cama sin ningún dolor ni inflamación.
¿Milagro?
Un milagro es algo que la ciencia aún no ha podido demostrar. Lo cierto es que los síntomas desaparecieron para siempre. Me sané, hace ya más de 13 años. Clic para tuitearChi Kung, escrito Qigong en pinyin chino, significa trabajo o ejercicios de energía. Se trata de una serie de prácticas con las cuales movilizamos nuestra energía interna.
¿Qué es la energía vital interna?
- Es lo que en Medicina Tradicional China se llama Chi o Qi. Resumiendo mucho, se podría decir que, es la fuerza vital que nos mantiene vivos.
- Cuando la energía Qi fluye tenemos vitalidad y salud, cuando se bloquea aparece los dolores y la enfermedad.
- Y no sólo funciona en mí sino que he ayudado a otras muchas personas a que también pudieran conectar con esta energía vital.
- Realmente no es difícil de realizar, pero nuestra mente lo hace muy complicado.
Y te explico por qué.
Cuando tienes una experiencia así. los castillos de naipes con los que has construido tu vida se desmoronan.
Es muy doloroso y desafiante sumergirte en libros y cursos de desarrollo personal y comprobar el personaje enfermizo que te ha llevado a crear esa enfermedad.
Cuando buceas en tu interior:
Empiezas a:
- eliminar las densas capas de energía gris en forma de patrones mentales y miedos que te impiden ver el diamante que hay en ti.
- sentir que tú eres más de lo que te han contado. Eres más que tu nombre, que tu cuerpo, que tu reputación. Eres energía.
- tallar tu sanación duradera porque te conectas con tu esencia.
Cuando no sólo lo sabes, sino que tienes certeza total de ello, te haces ilimitado.
Sí, todos somos ilimitados, seres extraordinarios. Sí, sí, tú también.
Conectar con nuestra esencia y energía vital.
Toda energía tiene diferentes frecuencias, y por supuesto nosotros también.
¿Cómo dices cuando …
- estás muy cansado? No tengo energía
- alguien te agota? Esta persona me “chupa” la energía.
Ser conscientes es lo que nos hace sentir que algo no funciona en nuestra vida.
Como he relatado al principio, lo peor es la sordera espiritual. Ese término lo tomo prestado de Eric Rolf, en su magnífico libro Medicina del Alma. Clic para tuitearRelata lo siguiente:
“No existen ni enfermedades ni enfermos; existe comunicación. La única excepción es la sordera espiritual.”
Y es que la vida, lo que yo llamo #Energía #Consciente y otros llaman Dios, Alá o Universo, nos da las pautas de la #felicidad en forma de susurros. Clic para tuitearPero, normalmente, no podemos escucharlas al vivir abducidos por un ruido mental descomunal.
Ese ruido nos desconecta de nuestra esencia, de nuestro YO verdadero.
4 claves para elevar tu energía vital y crear una vida con consciencia.
1.- Calmar tu mente y vivir en el presente.
Como te he comentado antes, y siempre recalco, es fundamental poner límites a nuestra mente desde el cariño.
Cierto es que gracias a nuestra mente y a nuestra parte lógica y racional hemos hecho grandes progresos en sociedad.
Pero la hemos alabado tanto, y nuestra educación ha incidido tanto en su identificación, que hemos perdido nuestra verdadera identidad.
Vivimos sin vivir nuestra #vida. Estamos constantemente sumergidos en recuerdos dolorosos del #pasado, o con miedos a un #futuro incierto. Esto nos baja la #energía y nos produce bloqueos internos. Clic para tuitearAprender a vivir en el presente es esencial para subir la consciencia y elevar nuestra energía.
2.- Saber movilizar la energía vital interna.
Vivir con miedos, rencores, iras, y demás emociones negativas provocan bloqueos energéticos en nuestro sistema interno. Todo ello tiene un impacto a nivel corporal afectando a diferentes partes de nuestro organismo.
Aprender a deshacer esos nudos energéticos es de vital importancia para poder recobrar la vitalidad, nuestro bienestar y salud.
Yo he visto en mis cursos y mentorías transformaciones espectaculares en mis alumnos y clientes con la práctica del #ChiKung y la #Meditación, pues la persona, al elevar su #energía y subir su conciencia, equilibra todos sus sistemas internos. Clic para tuitearPor ejemplo regula el estrés al armonizar el sistema nervioso y sube las defensas internas al equilibrar el sistema inmunológico.
Si quieres saber más sobre Chi Kung puedes he preparado una clase de regalo para ti.
3.- Vivir una vida alineada con tu Porqué, con tu propósito de vida.
Todos venimos a este mundo con una misión, pero son pocos los que la desarrollan. Vivir en armonía con tu propósito es el germen de la felicidad.
Pero desde pequeño nos lo ponen complicado para descubrirlo. El sistema educativo de la era industrial produce personas en serie que estudian, trabajan y viven sin detenerse a sentir si lo que hacen es lo que realmente les apasiona.
Esto crea una sociedad materialista en la que lo único que importa es ganar para consumir.
Salir del bucle, abrir los ojos, tomar consciencia y recobrar el valor es fundamental para lograr vivir una vida plena.
Y hazte un favor. Siempre es posible reinventarse tanto profesional como personalmente. Te lo digo yo que me reinventé pasando mi cuarenta aniversario. Y ahora puedo vivir una vida llena de sentido y puedo ayudar a los demás a tener éxito.
Sólo pregúntate: Si estuviera en mi lecho de muerte, ¿habría vivido hasta ahora una vida con sentido?
Si has respondido
- SÍ, ¡enhorabuena!
- NO. Si no empiezas ahora ¿cuándo?
4.- Saber que eres mucho más de lo que crees.
Somos mucho más que lo que creemos. Somos energía en acción.
Como formuló el genio de Albert Einstein, la energía es igual a la masa multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz. Es decir, la materia no es más que una forma de energía altamente condensada.
Esa energía es la base de todo lo que nos rodea, y es la base de la creación, de la que somos parte.
Sentir la certeza interna del Ser espiritual que realmente somos te libera de las ataduras, de los apegos y te llena de amor.
Resumiendo:El camino espiritual es el camino de la energía vital.
El viaje en el cual el premio no es la meta sino cada paso que se da, donde el propósito de tu vida se despliega sin forzar, viviendo con conciencia y presencia.
Muchas gracias por leer hasta aquí. Es un placer y me llena de amor el poder compartir todo lo escrito contigo.
Gracias a Ana Bizarro por abrirme su casa digital e invitarme a expandir mis aprendizajes vitales. Gracias por tu generosidad.
Soy Jesús Lloret. Tras sanarme de enfermedad autoinmune crónica pude darme cuenta de la importancia de tener equilibrada tu energía para desde la conexión con tu esencia poder disfrutar de salud, amor y una vida plena.
Todo ello lo relato en mi libro Tu Viaje al Equilibrio.
Ayudo y guío mediante mentorías a personas que necesitan una transformación interna a través de una reinvención profesional con mi programa Reinvención Pro y en mi web personal Jesús Lloret.
Soy Co-creador del sistema energético Amorterapia, donde te enseñamos a ser un Mentor de Sanación Energética con grandes resultados y vivir muy bien de tu pasión.
Desde hace más de 10 años imparto clases de Chi Kung / Qigong creando mi propia Escuela de Chi Kung Online.
Puedes seguirme en Facebook, Instagram o Escuela online
Dori Pecharroman dice
Muchas gracias por este post.
Solo puedo decir que voy a empezar a leer el libro ahora mismo y espero ya ansiosa los resultados.
Un saludo y buen fin de semana 🙂
Kiki dice
¡Qué interesante Jesús!
La verdad es que de un tiempo a estar parte me empieza a llamar mucho la atención el tema del Chi Kung, pero todavía no me había animado a profundizar.
Después de leer tu post voy a dar ese primer paso apúntandome a tu clase gratuita.
Ya te contaré.
Por cierto, me ha encantado lo de la sordera espiritual. Como la mayoría estamos sordos a los pequeños susurros la Vida a menudo nos tiene que mandar un zasca más gordo para ver si nos enteramos de una vez 🙂
Te mando un abrazo,
Kiki