¿Te falta energía, vives estresado, apático o un poco de todo ello? Pues con este artículo descubrirás cómo iniciarte en el senderismo y aprovecharte de ello para recargar energía en la naturaleza.
Sé que te puede ayudar, porque a mí fue lo que me funcionó para salir de la crisis existencial por la que pasé hace unos años.
No te preocupes si no eres de salir a la montaña, que en este artículo te contaré en detalle cómo practicar senderismo de una manera segura y disfrutando. También, descubrirás cómo adquirir el hábito de ir con regularidad a la montaña a llenarte de buenas vibras.
Desde mi infancia, siempre me recuerdo haciendo deporte. Pero mi intención siempre fue la de disfrutar y cuidarme.
Aunque ir a un gimnasio o salir en bicicleta me ayudaban a sentirme mejor: con más energía, más “fresco” mentalmente, dormir bien y con menos estrés, un día comencé a ir a la montaña con frecuencia y me quedé enganchado totalmente.
[PRUEBA] Como te comentaba, el senderismo me ayudó a superar una gran crisis existencial en la que descubrí que el trabajo fijo en el que estaba no me motivaba.Eso me llevó a pasar por momentos difíciles, en los que deseaba que llegase el fin de semana para ir a la montaña.
Gracias a la #energía que me aportó el #senderismo he conseguido superar una fuerte crisis existencial. En el proceso, he renunciado a mi trabajo fijo como ingeniero para vivir de una manera plena. Clic para tuitearLa ausencia de ruidos artificiales, de los que estamos saturados en las ciudades, hacía que la mente se liberase. El aire puro limpiaba los tóxicos que había acumulado y el sentir del cuerpo me ayudaba a recargar energía para sobrevivir una semana más.
Gracias a la montaña ,he salido de esa situación y he descubierto mi amor por la naturaleza. Además, me ha ayudado a encontrar mi propósito: “ayudar a que otras personas lleven una vida más saludable y sostenible”.
No espero más ¡ahora mismo te cuento cómo empezar , para que también te pueda ayudar a ti!
Qué es el senderismo y cómo ayuda a recargar energía
Cuando se habla de senderismo o hikking muchas veces se utiliza como sinónimo de trekking o excursionismo. No obstante, la principal diferencia entre ambos es la duración y la dificultad.
El senderismo consiste en caminar por senderos señalizados y se realiza en un único día. No importa que sea en verano, ien nvierno o se suba o baje a algún pico.
En cambio, cuando nos planteamos hacer una ruta de varios días y por terrenos más técnicos, entonces se comienza a hablar de trekking.
Aunque la experiencia de dormir en la montaña es muy enriquecedora, para comenzar a disfrutar de los beneficios del ejercicio físico en la naturaleza, el senderismo es mucho más accesible.
¿Por qué recargamos energía caminando en la naturaleza?
Hay muchos estudios que demuestran los beneficios de estar en contacto con la naturaleza e incluso, de tan solo de tener contacto visual con ella.
Desde los beneficios inmediatos para nuestra salud.
Los beneficios pueden ser inmediatos, como disminución de la presión arterial, disminución de los niveles de estrés, funcionamiento mejorado del sistema inmunitario y restauración de la atención, o transpirar con el tiempo, como pérdida de peso, disminución de la depresión y bienestar general.
También, sus efectos para reducir el estrés y aumentar la energía.
Se ha demostrado que el contacto con la naturaleza mejora la salud psicológica al reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y reponer la fatiga mental.
O, lo que puede aumentar nuestra creatividad con tal solo pasar 4 días en la naturaleza.
Aquí mostramos que cuatro días de inmersión en la naturaleza, y la desconexión correspondiente de los medios y la tecnología, aumenta el rendimiento en una tarea de creatividad y resolución de problemas en un 50% en un grupo de excursionistas.
Además, al practicar senderismo estamos haciendo un ejercicio físico aeróbico, lo cual conlleva otro montón más de beneficios. Como resultado de juntar la naturaleza y el deporte, nos sale un cóctel SUPER SALUDABLE con el que:
- Bajamos nuestros niveles de estrés.
- Aumentamos nuestra creatividad.
- Mejoramos nuestra capacidad de concentración.
- Somos capaces de usar mejor la memoria.
- Nuestra autoestima crece.
- Dormiremos mejor por la noche.
- El contacto con el sol nos proporciona vitamina D.
- Con una práctica regular reducimos los riesgos asociados al sedentarismo.
- Aprendemos a apreciar más la naturaleza y resulta más fácil cuidarla.
- Y otro largo etcétera.
El senderismo para una vida saludable y energética
Una vida saludable se sustenta en 5 pilares:
- Alimentación.
- Ejercicio físico y deporte.
- Descanso.
- Niveles bajos de estrés.
- Contacto con la naturaleza.
Mediante el senderismo actuamos en los últimos cuatro, lo que no está nada mal.
Además, en función de nuestro estado físico, lo podemos adaptar sin mucho problema e ir avanzando poco a poco.
Cuando queremos llevar un estilo de vida más saludable y comenzamos a sentir las mejoras en alguno de los pilares eso nos anima a seguir mejorando el resto.
La salud es nuestro estado natural y cuando vamos a su favor, el cuerpo nos lo agradece tremendamente.
Lo básico antes de empezar
Antes de empezar, quiero explicarte cinco términos muy sencillos. Con ellos sabrás elegir correctamente tus rutas. Así podrás disfrutar y cargar tu energía:
- Distancia. Es la distancia lineal que recorremos. No es suficiente para saber la dureza: en montaña hay que combinarlo con el desnivel positivo. Para iniciarte, comienza por distancias menores a 10 kilómetros.
- Desnivel positivo. Indica los metros que subimos verticalmente a lo largo de la ruta. Es un factor muy importante. Empieza por rutas en las que el desnivel positivo no supere los 300 metros (m D+).
- Tipo de recorrido:
- Las travesías empiezan y terminan en puntos distintos. Si vas tú solo, son poco o nada recomendables.
- Las rutas lineales van y vuelven por el mismo sitio.
- Las circulares inician y terminan en el mismo punto, pero vas por sitios diferentes. Suelen ser más divertidas ,por ir todo el tiempo descubriendo zonas nuevas.
- Tipo de sendero. No es lo mismo hacer una ruta por una pista ancha que por un terreno con rocas o cresteando una arista. Lo mejor para empezar son terrenos sencillos y con pocas complicaciones.
- Altura y estación recomendada. La altura a la que transcurre la ruta nos da mucha información sobre las condiciones que se pueden esperar. Durante el invierno, superar los 1000 metros puede suponer condiciones de nieve. En cualquier estación, por encima de los 2200 metros ya se considera alta montaña, con lo que hay que aumentar las precauciones. Tener en cuenta la estación del año y la altura es fundamental para elegir bien.
5 + 3 consejos para empezar a hacer senderismo con éxito
# 1 Elige bien la ropa y el calzado
Una mala elección de la ropa o del calzado puede hacer que no disfrutes nada de la ruta e incluso ,que lo pases mal.
La ropa ha de ir acorde a la estación del año en la que nos encontremos y la altura por la que vamos a hacer la actividad.
También tienes que tener en cuenta el clima de la zona por la que transcurre la ruta.
Yo, por ejemplo, que vivo en una zona en la que llueve con frecuencia, acostumbro a llevar un impermeable aunque haga sol.
Para mí también es fundamental llevar los pies secos, por lo que siempre voy con botas o zapatillas impermeables.
Para empezar y en función de la ruta que vayas a hacer, puedes ir con unas zapatillas de running ,aunque no es lo más recomendable. Además de que la suela resbalará con bastante facilidad, el viento y el agua entrarán con total libertad. Todo esto puede hacer que no disfrutes de la ruta.
Como recomendación para vestirte, te diría que utilices el sistema de capas que funciona super bien:
- Camiseta. Mejor que no sea de algodón, ya que acumula el agua y la humedad y resulta incómoda en la espalda cuando empiezas a sudar.
- Camiseta de manga larga. Sí, encima de la de manga corta. Así es más fácil quitarla si hace calor.
- Forro polar o plumas. Esta es la capa que dá el calorcito.
- Chaqueta impermeable. Su función es doble: protegerte del agua, pero también del viento.
En la parte de abajo, un pantalón cómodo te permitirá moverte con libertad. Unos calcetines que se ajusten bien al pie evitarán que te salgan ampollas y harán que tengas los pies secos.
Además, siempre llevo un par de complementos muy útiles:
- Un par de guantes.
- Un calentador de cuello o braga.
# 2 Qué llevar en la mochila
Para el tipo de rutas de un día, con una mochila pequeñita (17 – 25 litros) será más que suficiente.
A mí me gusta ir bien preparado, por lo que, aunque la ruta sea muy sencilla, no me faltará en mi mochila lo siguiente:
- Gafas de sol.
- Protección solar. Cuando el sol pega fuerte en las horas centrales del día, un poquito de crema evitará que te quemes la piel.
- Unos calcetines de repuesto.
- Una navaja multiusos. Es interesante que tenga una pequeña sierra que permita cortar pequeñas ramas para, por ejemplo, improvisar un bastón.
- Un pequeño botiquín con: 1 paquete de gasas, esparadrapo, puntos de pegar, providona yodada, unas pinzas y una manta térmica.
- Botella con agua. Para rutas cortas (2-3h) llevo 1 litro de agua.
Los bastones de caminar aunque no son imprescindibles, nos ayudan en tres aspectos:
- Aumenta tu estabilidad,
- Reduces el trabajo de las piernas
- y puedes usarlos para ahuyentar a algún animal.
Aprender a usarlos es importante, por lo que te dejo un vídeo para que puedas aprender la técnica correcta.
# 3 Comida para tus salidas
Para ir a caminar siempre es recomendable llevar algo de comida. Aunque vayamos a hacer una ruta sencilla, llevar unos frutos secos o un poco de fruta nos puede dar energía para terminar.
Además, comer en la naturaleza es algo totalmente renovador. El aire puro y las vistas hacen que obtengas otra energía de los alimentos.
Yo al principio, llevaba toda mi despensa a la espalda. No obstante, con el tiempo he comprendido que con menos disfruto más. Voy más ligero antes y después de comer.
Para mis salidas puedo llevar:
- Varias piezas de fruta. Procuro que sean frutas resistentes como las manzanas, plátanos, naranjas o mandarinas. De esa manera evito purés indeseados.
- Frutos secos. Dan mucha energía a lo largo del tiempo.
- Frutas secas como orejones, dátiles, pasas, ciruelas, etc. Te portan un chute de energía más rápido.
- Una ensalada de arroz, quinoa, mijo y verduritas.
- En invierno resulta muy reconfortante una taza de miso o té mientras observas el paisaje, por lo que me llevo un pequeño termo. Además, me ayuda a entrar en calor.
En función de la duración de la ruta, escojo si ir solo con una pieza de fruta o llevar el “set completo”.
# 4 Empieza por rutas sencillas y próximas a donde vivas
A veces buscar la ruta adecuada resulta un poco difícil. No obstante, la tecnología nos puede facilitar el trabajo.
Te recomiendo que pruebes Wikiloc para buscar rutas que se ajusten a lo que buscas. Los filtros de kilómetros, desnivel y el tipo de recorrido te ayudan a encontrar lo que buscas.
Para empezar, no te pases de los 300 mD+ e intenta no superar los 10 kilómetros.
La señalización de la ruta es importante, sobre todo al principio y si no conoces el recorrido. La ventaja de ir por rutas homologadas es que siguen el mismo sistema de marcado.
Aquí te dejo el buscador de senderos homologados de la FEDME (Federación Española de Deporte de Montaña y Escalada) para planificar tus salidas.
Con el fin de valorar y expresar la dificultad de una ruta existe un método recomendado por la FEDME que podrás encontrar en algunas guías: se conoce con el nombre de MIDE.
El MIDE es una forma estándar de expresar la dificultad de la ruta y que te puede resultar útil.
Por último, quiero remarcar que no es necesario irse muy lejos o hacer rutas muy complicadas para conseguir recargar energía gracias al senderismo.
# 5 Adelántate a las inclemencias del tiempo
Si queremos disfrutar de la ruta hay que tener en cuenta el tiempo que habrá. Pero, en la montaña no solo importa si va a hacer sol o llover. También, es importante saber:
- La velocidad del viento y de las rachas de viento. Fuertes rachas durante una ruta pueden resultar muy molestas y peligrosas (caída de rocas, ramas, desestabilizarte, no dejarte ver con claridad, etc.). Si el viento o las rachas suben de 40 km/h mejor buscar otra zona para salir a caminar.
- Temperatura. Por cada 100 metros que subimos la temperatura baja 0,65 ºC. Por lo que, si vives a nivel del mar y te vas a 1000 metros para empezar la ruta, habrá casi 7 grados menos de temperatura.
- Sensación térmica. Cuando combinas la temperatura con la humedad y/o con el viento, el cuerpo lo percibe diferente. Cuando hay más humedad la sensación térmica es de mayor temperatura. Y en cambio, cuando hay viento, la temperatura percibida tiende a bajar.
De todas las aplicaciones para mirar la previsión meteorológica la que más me gusta es Meteoblue. El motivo es que te muestra la fiabilidad de la previsión mediante una pequeña barrita:
- Verde oscuro: muy alta
- Verde claro: alta
- Amarillo: media
- Naranja: baja
- Rojo: muy baja
No obstante, te dejo aquí otras alternativas por si resultan más cómodas para ti:
#Tips extra
Ahora te voy a dar unos últimos tips para que no haya excusas.
Estás super animado a hacer senderismo, quieres recuperar tu energía gracias al contacto con el aire puro y observar la vida salvaje. No obstante…
- Tienes niños: los niños también disfrutan de estar en la naturaleza. Busca rutas que sean más sencillas y adaptadas a toda la familia. Llevar algo de comer que les guste ayuda a que comiencen a caminar. Ten en cuenta que será normal ir más despacio.
- Compartes tu vida con un perro: a los perros les encanta ir a caminar. Lo único que tienes que tener en cuenta es que las altas temperaturas no les sienta bien. Evita caminar con ellos en las horas centrales del día o en días muy calurosos. Si no hay fuentes o ríos, ten en cuenta llevar agua para él también.
- A tu pareja no le gusta nada la idea: ir solo es una experiencia muy diferente. Es más fácil ser absorbido por el presente y recargar la energía en mucho menos tiempo. Cuando tu pareja vea los beneficios que experimentas, también querrá sumarse a tus escapadas.
Convierte el senderismo en una de tus fuentes de energía
Como ese 80% de cosas que hacemos a diario sin pensar, las salidas a la montaña también las puedes “automatizar” e integrarlas en tu día a día como un hábito saludable.
La mejor forma de adquirir un hábito es conocer cómo funcionan.
Seguro que sabes que los hábitos se obtienen por repetición. No obstante, hay algunos detalles que ayuda na optimizar el aprendizaje.
A nivel muy básico, un hábito está formado por:
- Señal o desencadenante.
- Actividad o acción.
- Recompensa.
De tal manera que, cuando quieras incorporar el hábito, lo mejor es establecer por escrito cada una de estas fases.
Así, facilitamos que el cerebro cree las nuevas conexiones neuronales y salir a caminar por la montaña sea algo que te pida el cuerpo, sin tú tener que pensar en ello.
Fija tu señal
Te recomiendo que si puedes, establezcas un día a la semana fijo en el que salir de ruta. Por ejemplo, el domingo. De esa manera, cuando llegue el domingo será el momento de ir a la montaña y caminar.
Establece lo que vas a hacer
Revisa los consejos que te acabo de dar en este artículo y síguelos para preparar tu mochila, la ropa, la comida y elegir la ruta.
Es mejor empezar por rutas facilitas. No importa la distancia, dificultad o lo que subas, lo verdaderamente importante es disfrutar de los beneficios de caminar por la montaña.
Antes de que llegue el día, mira la ruta que vas a hacer y no olvides revisar el tiempo. Si dan muy malo quizás puedas buscar otro lugar.
¿Cómo lo vas a celebrar?
Para ayudar al cerebro a que quiera volver a salir a caminar celébralo cada vez que lo hagas.
Nos gustan las cosas que nos dan placer y evitamos lo que nos da dolor.
Por eso, asociar la ruta con algo placentero es una gran ayuda para que a tu cerebro le guste ir a caminar.
Ir a tomar algo caliente o algo frío con los compañer@s de ruta suele una manera genial de finalizar la jornada.
Además, estos momentos de compartir resultan ideales para revivir la ruta, planear la siguiente salida o charlar de la vida.
Ayuda extra
Un par de bonus extras para hacer que el hábito sea más fácil de adquirir.
- Escribe por qué quieres adquirir el hábito de hacer senderismo en un papel. Dedícale unos minutos hasta que encuentres una o varias razones de peso. Cuando lo tengas, ya no necesitarás motivación, ni fuerza de voluntad para salir a la montaña.
- Júntate con un grupo de personas que quieran o ya estén saliendo a la montaña. De esa manera, entre todos, os iréis apoyando para esos días que igual no apetece mucho salir; la presión del grupo te sacará de la cama.
La mejor manera de empezar es tener muy claros los consejos que te acabo de dar, elegir un día a la semana que te venga bien y empezar a salir de casa. En la acción está la magia.
Los hábitos se forman en base a la repetición y para ello es necesario salir de manera continuada durante varios fines de semana.
Conclusión
Me alegro de que hayas llegado hasta aquí. Espero que todo lo que has leído te ayude a perder el miedo a hacer senderismo y te decidas a tomar YA acción.
Como te contaba al principio, al senderismo le tengo mucho que agradecer: me ayudó a volver a amarme y a amar al planeta. Además, me dio la energía necesaria para superar ese momento de crisis existencial por el que pasé.
Un último consejo: cuando vayas a empezar una ruta, antes de salir del coche, fija la intención de disfrutar, de dejar la prisa y conectar con la naturaleza. La energía que te llevarás de esa ruta será otra muy diferente.
Dori Pecharroman dice
Vaya Nacho, qué información más detallada.
Llevo tiempo queriendo hacer senderismo los domingos.
Muchas gracias por incluir todos los detalles, desde ropa a aplicaciones para consultar.
Ya no tengo excusa para no hacerlo 😉
Nacho Fernández dice
Gracias Dori, pues sin excusas ya sabes lo que toca: ¡calzarse las botas y a caminar!
Espero que empieces pronto a recargar energía gracias al senderismo. Cualquier duda aquí me tienes.
¡Feliz día!
Kiki dice
Hola Nacho,
¡qué gran artículo! Muchas gracias por compartir tu experiencia con esta actividad tan revitalizante.
Tarde mucho en descubrir sus bondades pero una vez que empiezas ya no hay quien te pare :-). Recuerdo con añoranza las caminatas por la sierra de Madrid. Aquí en Bélgica también caminamos mucho en la naturaleza, guiamos grupos con frecuencia, pero todo es tirando a plano y aunque muy bonito y muy verde, es otra historia.
Está muy bien que des recomendaciones sobre la ropa adecuada ya que es fundamental y poca gente, sobre todo al principio se da cuenta de su importancia. Es impresionante lo rápido que cambia la temperatura y las condiciones cuando estás «ahí arriba».
Me apunto Wikiloc, que no lo conocía.
El senderismo, sobre todo en montaña, me parece una actividad extraordinaria para conocerse a uno mismo y superar nuestros límites.
De nuevo gracias por este artículo y un abrazo,
Kiki
Nacho Fernández dice
Muchas gracias Kiki por tu comentario y me alegro que tu también estés «enganchada».
Yo soy super fan de Wikiloc y de viaje también es súper útil.
Un abrazo y nos vemos por la montaña (cuando podamos salir 🙂 )
Nacho.
María Ángeles dice
Gracias, interesante artículo. Yo hago senderismo de manera habitual. M. Ángeles
Nacho Fernández dice
Yo estos días ando deseando volver a hacerlo de manera habitual. Gracias M. Ángeles 🙂
Olga Boo dice
Hola Nacho, muy completo tu artículo.
Y tienes razón cuando lo pruebas te sientes fenomenal.
Estoy deseando que levanten el confinamiento para salir a disfrutar
de la naturaleza.
Un abrazo
Olga
Nacho Fernández dice
Gracias por tu comentario Olga.
Me alegra que seamos más cada vez los amantes del senderismo y la naturaleza, eso nos hace tomar consciencia de su importancia y nos anima a cuidarla.
Un abrazo,
Nacho.