Conciliación familiar y conciliación laboral son expresiones muy usadas en los últimos tiempos. ¿Por qué?, te preguntarás. O mejor dicho, ¿son posibles?, que es realmente lo que nos interesa.
Ana Bizarro ya nos dio en este bog una serie de fabulosos consejos para armonizar la vida familiar. Yo voy a ir un poquito más allá, y como las historias personales a veces son estupendos remedios para explicar lo que queremos, pues utilizaré también la mía para ilustrar lo que considero al respecto. Todo eso hilvanado con dos cosas que siempre estimo esenciales:
- Escribir cosas que sean de utilidad, que resuelvan vidas y nos acerquen a la felicidad, y
- Escribir desde el corazón, que es un lugar en el que me gusta pasar la mayor parte del tiempo (a veces hago negocios desde ahí).
Y dicho lo cual, creo que las personas somos seres globales con intereses en multitud de facetas de la vida, entre ellas y centrándonos:
- La familia, por supuesto. Es raro quien no tiene un padre, un hijo, un cónyuge…. ese conjunto de personas a las que amamos y con las que convivimos y a las que, al menos en mi caso, queremos ofrecer lo mejor. ¿Te identificas? Seguro, en el fondo somos lo mismo.
- El mundo laboral, el trabajo. La mayoría de personas tiene un empleo y, por regla general, lo tiene porque necesitan el dinero. Puede que les apasione, les encante y les entretenga (sería lo deseable), pero la lógica me dice que si uno se levanta a las 7 de la mañana (sin apetecerle) es porque necesita el dinero, a menos que lo haga para hacer deporte.
Y aquí vienen ya DOS IMPORTANTES CUESTIONES que debemos considerar por si estuviéramos un poco confundidos:
# 1 Una cosa es trabajar y otra ganar dinero EN CUANTÍA SUFICIENTE para llevar una vida con dignidad y atender las necesidades Y CAPRICHOS de los nuestros. No es lo mismo trabajar que ganar dinero. Y no es lo mismo ganar dinero que ganar el dinero que queramos. Me explico, ¿verdad?
¿Por qué hay que conformarse con menos, con lo que nos den? ¿Por qué no podemos aspirar a más? ¿Por qué hay que limitarse a sobrevivir, a pagar las facturas, a intentar que no nos echen del piso?
Entonces, la primera pregunta a formularse sería: ¿mi trabajo me ofrece a cambio lo que quiero y me merezco? ¿Estoy sacrificando cosas para obtener a cambio otras que me merecen la pena? Si la respuesta es no, y parafraseando un título de un libro, hay algo que me dice que no es como debería ser.
# 2 ¿Pueden ir de la mano conciliación familiar y conciliación laboral? Es decir, ¿puedo aprovechar y disfrutar de mi familia al tiempo que trabajo para conseguir el sustento?
Porque hay cosas espeluznantes que escucho y me ponen los pelos de punta. A modo de ejemplo:
- Salgo de casa al amanecer, vuelvo cuando es de noche y nuca veo a mis hijos despiertos.
- Saldré a buscar trabajo fuera de mi país porque aquí no hay (y de paso dejaré de ver a mi familia, salvo por skype o en la foto de la cartera).
- Me estoy perdiendo la educación y el crecimiento de mi hija porque mi trabajo me lo impide.
El trabajo es importante, ¡yes!, ¡LA VIDA TAMBIÉN! Quizá merezca la pena despertarse un poquito.
Mi conciliación laboral y mi conciliación familiar
Al tiempo que escribo esto hay una preciosa (también inquieta) niña de 9 meses dando la paliza a mi alrededor. Como eres inteligente, habrás adivinado ¡que es mi hija! Subo aquí una fotito de los dos para que veas cómo lucimos cuando salimos a veces por ahí a hacer cosas. Que la niña es más guapa que el padre, no hace falta decirlo. Lo que sí hace falta decir es que me gusta esta foto porque se nos ve juntos, pegaditos, unidos, sintiéndonos ella a mí y yo a ella, y de esta manera percibo que mis fines y los de ella son iguales porque somos lo mismo, nos une los mismo y pretendemos lo mismo: ser felices y vivir con dignidad.
Dado que mi trabajo, en la actualidad, se desarrolla básicamente con el ordenador, la conclusión es que paso con este dulcecito la mayor parte del tiempo y además trabajo y gano dinero. Lo hago desde casa y estamos juntos.
No voy a decir que todo sea un camino de rosas, ya que entre las actividades preferidas de la niña figuran:
- Intentar tirarme la cafetera ¡llena de café! con la que me voy dopando buena parte de la mañana.
- Intentar arrancarme las gafas desde la cuerdecita tan mona que tienen.
- Llorar a ratos varios por motivos diversos y que no siempre acierto a entender (de hecho, casi nunca; deberían venir con manual de instrucciones).
- Darme pataditas con sus piececitos para conseguir una variedad de posibles objetivos: llamarme la atención, desconcentrarme y, quizá, contribuir un poquito a hacerme la mañana imposible (todos tenemos una pizca de maldad en el interior).
Si te preguntas cómo son posibles todas estas interacciones (dado que por lo general la gente trabaja en las mesas y los niños duermen en las cunas), te diré que porque, en nuestro caso, y dado la necesidad que tenemos de sentirnos, vernos, hablarnos, tocarnos y amarnos, lo hacemos todo juntos. Hemos montado en el suelo una especie de chiringuito-tenderete con colchones, alfombras, cojines, pufs… y lo que se nos vaya ocurriendo (todo un poco asalvajado, sí, lo reconozco), y en él habitamos, vivimos y trabajamos (en mi caso; ella aún no ha llegado a ese estado).
¿Qué consecuencias extraigo de todo eso?
- Que soy feliz, inmensamente feliz.
- Que hago lo que me gusta.
- Que estoy con quien quiero.
- Que participo de la vida de mi hija; y que no distingo entre familia y trabajo porque para mí conciliación laboral y conciliación familiar se han hecho una y la misma cosa.
¿Cómo hacer para que tu vida, si ese es tu deseo, pueda encaminarse a ese estado ideal? Dicho de otra forma:
¿Cómo lograr tu conciliación laboral y familiar?
No hacen falta especiales condiciones ni requerimientos. Simplemente hay cosas cosas de las que debes tomar conciencia y empezar a llevar a la práctica (acción, no solo anhelar).
Y no me va a servir que me digas que es difícil, porque para mí más difícil es perderme la vida y a mi familia.
Concretando:
# 1 Si tienes un trabajo por cuenta ajena, pregúntate si te permite disfrutar de tu familia el tiempo que tú y ella queréis y os merecéis. Si es así, ¡estupendo!; si no es así, cambio de chip.
# 2 Recuerda que además del trabajo por cuenta ajena, existe el trabajo por cuenta propia. Trabajas para ti y organizas tu tiempo, tus actividades y tu vida. Bien hecho, y poniendo en funcionamiento tu creatividad, te aseguro que puedes crear negocios exitosos.
# 3 La posibilidad del trabajo desde casa existe y es una realidad. Lo de salir a trabajar en una oficina o en una fábrica, sinceramente, me parece algo paleolítico a estas alturas, pero no quiero que te des por ofendido si lo haces. En el mundo hacen falta personas que hagan todo tipo de tareas. Simplemente, a mí me gusta elegir las que hago.
# 4 Si eres de los que piensa que emprender es complicado, caro, arriesgado… y todas esas cosas que siempre se han dicho para mantener a las masas en el redil, me permito indicar unos sencillos datos: un ordenador, un teléfono móvil y una conexión a Internet cuestan menos de lo que te pagarían por un mes de cualquier trabajo.
Además, esos sencillos instrumentos los puedes tener desde ya, sin consentimiento ni aprobación de nadie, sin solicitud a ningún organismo burocrático de los que piden papeles y te hacen la vida imposible… Y con esos simplísimos elementos puedes hacer multitud de cosas, entre ellas crear infoproductos y ganar dinero suficiente para que a ti y a tu familia no os falte de nada. En eso consiste la conciliación laboral y la conciliación familiar.
¿Cómo puedes hacer el dinero (que sé que es lo que te preocupa)? Siguiente punto:
# 5 Generando ingresos pasivos. Algunos insinúan que soy un poco pesado con esto. No me preocupa, porque son los que me permiten llevar la vida que llevo y disfrutar de la existencia. ¿Alguien se apunta?
A los que quieran hacerlo les recomiendo el artículo en el que hablé de lo que son ingresos pasivos, con ejemplos y un enlace a mi ebook gratuito con 50 casos reales de ellos. El e book lleva por título 50 ingresos pasivos para comenzar a ser libre ¡desde ya!, y me encanta que se me ocurriera ese título porque refleja a la perfección lo que quería expresar:
- La idea de que los ingresos fueran pasivos, es decir que no tuvieran nada que ver con levantarte de madrugada, dejando a tu cuchufletita sola en la cama, mientras tú te aburres como una ostra en una jornada laboral que estás deseando que acabe. Si tu vida consiste en eso, de verdad te lo digo con el corazón: plantéatelo.
- La idea de que los ingresos pasivos tuvieran como finalidad la de ser libres. Es decir, los ingresos pasivos nos tienen que liberar de las ataduras y limitaciones que experimentan en sus vidas la mayoría de personas. Nos tienen que acercar a un estilo de vida pleno, fructífero y empoderador. Un estilo de vida en el que seamos nosotros y seamos libres.
- La idea de que eso es para ya. Nos está faltando tiempo. No hablamos simplemente de ideas, posibilidades o proyectos. Hablamos de empezar y hacer ya, aquí y ahora, aprendiendo y poniendo los medios a nuestro alcance. Sin dormirnos y al grano.
¿Por qué? Porque se vive una vez y hay que aprovechar el tiempo. No podemos permitir que la conciliación familiar y la conciliación laboral sean meros estados deseables. Son realidades a conquistar, y además ya.
Y por hoy, querid@s amig@s, creo que ya está bien. Os voy a dejar, una por que ya he dicho bastante, y otra porque tengo que sacar la merluza del congelador (cosas de la conciliación familiar).
Os deseo lo mejor y finalizo con algo muy simple: la felicidad es posible y depende de nosotros. Besos y abrazos.
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Lucas Santos dice
Excelente articulo, llevo leyendo varios post tuyos y poco a poco uno tiene que ir buscando su propia felicidad.
agustin grau dice
Gracias, Lucas. Efectivamente, tenemos que ir buscando nuestra propia felicidad. Suerte para encontrar la tuya!
Melisa dice
Excelente artículo.Me encantó, tengo un hijo de 2 años y estoy intentando lograr lo de conciliación familiar y laboral, ya que lo más deseo es pasar tiempo con él. Gracias por los consejos!
Agustin Grau dice
Seguro que tus intentos dan resultado, Melisa. Ya sabes que tu hijo es lo más importante, pero claro, ¡tienes que darle de comer!
Suerte!
Marta dice
Muy buen artículo, mostrar las posturas que vivimos siempre ayuda e inspira a seguir luchando por conseguir conciliar!