Cualquiera que esté pensando en reinventarse necesita, ante todo y esencialmente, un buen nivel de autoconocimiento. Me explico:
Alinear la personalidad con las emociones, pensamientos y deseos, de forma brutalmente sincera con uno mismo, conlleva estar en coherencia mental y emocional.
Esa coherencia es lo que construye tu realidad. No lo que piensas, lo que sientes o lo que haces, sino la coherencia de todo ello.
Dicho de otra forma:
No atraes lo que quieres, sino lo que eres.
- De nada te va a servir emprender un negocio de hosting si lo que en realidad quieres hacer es viajar y fotografiar paisajes.
- No te funcionará convertirte en entrenador personal si en el fondo de tu corazón deseas ser un tiburón de las finanzas y comerte Wall Street con patatas.
Por tanto, ¿qué hay en el fondo de tu corazón? ¿Lo sabes realmente?
Pero he aquí la pregunta del millón de dólares:
¿Te atreves a ser lo que en realidad eres? Clic para tuitear
Me gustaría presentarte algunos recursos prácticos que te conduzcan a un mayor conocimiento de ti mismo, de tus sueños y proyectos, tanto personales como profesionales.
Valor: se le supone.
Antes de comenzar, una advertencia: éste es un post dirigido a hombres. En especial, para hombres sensibles y valientes que quieren atreverse a conectar con quienes son, no con quienes les han enseñado a ser.
¿Por qué? En primer lugar, por la sencilla razón de que soy hombre, soy sensible y soy valiente, y hablo de lo que conozco de primera mano.
Y qué duda cabe de que en esta era de profundos, constantes y radicales cambios somos los hombres quienes más necesitamos reinventarnos.
Así que vamos a ver qué contiene esta caja de herramientas para hombres del siglo XXI que no temen sentir, que no temen ser quienes realmente son…
Personas Altamente Sensibles en entornos altamente competitivos
Supongo que con esta historia personal que voy a contar —muy, muy resumida— se identificarán algunos lectores.
Mi padre quería un hijo futbolista y le nació un poeta.
Pero claro, yo no sabía que tenía alma de poeta, lo que sabía es que era torpe con el balón, que me faltaba picardía, que no era capaz de imponerme, que no sabía chutar, ni regatear, ni…
En resumidas cuentas: yo era un inútil para casi todo. Torpe, lento, atontado. Incapaz. Esto era así en los deportes y en muchas otras áreas.
Porque cuando tu padre te dice que debes ser fuerte, hábil, rápido y no te sientes fuerte, ni hábil, ni rápido, crees que algo en ti está mal.
No en tu capacidad para regatear o correr, sino en ti. En general.
Porque cuando sientes que tu padre admira a tu mejor amigo porque a él sí le gusta el fútbol y chuta como un demonio, y a ti te mira con decepción, lo que quieres es sentir la admiración de tu papá.
Pasé toda mi infancia, adolescencia y juventud intentando conseguir esa aprobación de papá en todo aquel que tuviera un mínimo de autoridad: maestros, entrenadores, jefes, los malotes de la clase o del barrio…
Pero por mucho que hiciera y me esforzara, incluso aunque a veces me valoraran, no llegué a desembarazarme nunca de esa sensación de ser una decepción.
Hasta que, ya en mi vida como adulto, entendí que de nada sirve la aprobación externa si uno no se aprueba y se acepta a sí mismo completamente. Incondicionalmente.
Poco a poco, paso a paso, fui entendiendo al poeta que hay en mí.
Así que comencé a perseguir mis sueños como si la vida me fuera en ello. Y es que, de alguna manera, me iba.
No hace mucho, descubrí lo que era ser una Persona Altamente Sensible gracias al libro de Elaine Aron, El don de la sensibilidad.
Aquel fue un gran día: entendí que mis mayores dones, talentos y habilidades se escondían en lo que siempre había considerado mi lacra personal, mi mayor defecto, mi maldición.
Ya antes de dar con el libro había aprendido a aceptarme tal como soy. También había hecho las paces con mi padre, a quien tantos aprendizajes, al fin, debo agradecer.
No sería quien soy sin esa dolorosa experiencia. Y me gusta lo que encuentro en el espejo cada día al levantarme.
Ya no busco la aprobación externa, ya no niego quién soy en el fondo de mi corazón… y lo más importante: ya no necesito ir por la vida cargado de corazas, porque he entendido que mi fortaleza reside en lo que suele considerarse fragilidad.
Orgullo de poeta.
Nada puede herirme si yo no lo permito. Sí, claro que puedo sentir dolor, pero puedo elegir cómo ese dolor me afecta: usarlo como catapulta o como un pozo sin fondo en el que hundirme depende de mí y de nadie más.
A tiempos revueltos, huevos revueltos
¿Revolución de autoconcepto? ¿Y eso qué es?
Nadie puede dudar ya que estamos inmersos, hombres y mujeres, en una revolución de autoconcepto sin precedentes históricos.
Gracias a los movimientos feministas tradicionales, las mujeres han podido liberarse de muchas cadenas ancestrales: sometimiento, desvalorización, abusos… queda todavía bastante que recorrer en ese aspecto.
Pero esto ya no va de una sociedad masculina que somete a la mujer a sus leyes.
Esto va de #hombres y #mujeres evolucionando #juntos, encontrando su papel en la #sociedad que deseamos #construir entre todos. Clic para tuitearY para los que estamos dentro de esta situación de una manera equilibrada, para los que preferimos no involucrarnos con los radicalismos, es evidente lo complicado que puede llegar a ser ese consenso, pero también vemos claramente los puntos que necesitamos trabajar en común.
Me consta de primera mano que muchos hombres están hallando esa parte sensible de sí mismos que la educación tradicional les había negado.
Hombres del siglo XXI que no le encuentran sentido a ser fuertes todo el rato, a ser constantemente competitivos o agresivos, a ocultar sus emociones.
Hace unos años apareció la figura del hombre metrosexual: energía masculina que se atrevía, con total confianza, a entrar en el terreno del cuidado personal, hasta entonces casi exclusivo del lado femenino.
Ese fue un paso importante que representó como ningún otro paso, el cambio de paradigma de la masculinidad.
Un #hombre puede ser #viril y, al mismo tiempo, conectar con su propia #energíafemenina sin complejos. Clic para tuitearComo dije al principio, cualquiera que esté pensando en reinventarse necesita un buen nivel de autoconocimiento.
Es “de cajón”: ancestrales preguntas como ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde me dirijo? Tienen hoy día plena vigencia. Son preguntas inherentes a la condición humana que no entienden de épocas, civilizaciones o modas.
Aunque vamos a lo práctico… ¿Cuáles son, pues, esas herramientas de autoconocimiento que podemos usar para encontrar respuestas en nosotros mismos, no donde nos han enseñado tradicionalmente?
En busca de la libertad verdadera
Un poco de historia:
Porque muchos son los que han intentado responder esas cuestiones y han creado escuelas, filosofías, religiones e, incluso, sectas destructivas.
No niego que cierta corriente filosófica, académica o religiosa pueda iluminar el camino, aunque la fuente de todas las respuestas siempre va a estar en el interior de cada uno.
Y es necesario desarrollar habilidades, herramientas y todos los recursos necesarios para indagar en uno mismo.
El poder de la escritura
La herramienta que mejor conozco para mirar hacia el interior y la que ha resultado ser más efectiva es la de la escritura.
Escribir es un acto solitario. Te coloca frente a una hoja en blanco, por la que puedes fluir libremente con tus pensamientos y emociones, con tus anhelos más profundos y también con tus temibles fantasmas. Ana lo compartía en el artículo el poder de las palabras.
Luces y sombras se manifiestan sobre el papel, materializando y poniendo nombre a aquello que muchas veces da vueltas en el interior de nuestra cabeza y corazón, sin que seamos capaces de canalizarlo de una manera sana.
Escribir puede liberar aquello que permanece atrapado en el inconsciente, mostrando traumas enterrados, sueños olvidados; de repente puede aparecer la solución a un problema que nos parecía insalvable o muy duro de afrontar.
No nos engañemos: todos pasamos por este mundo con una serie de conflictos que hay que resolver para poder vivir una #vidaplena. ¡Tú puedes escribir tu final feliz! Clic para tuitearY no hay plenitud si no hay libertad.
Una historia familiar y el papel que tú desempeñas en esa historia puede mantenerte encadenado toda una vida.
Pero cuando tomas la responsabilidad de tu propio destino y entiendes que resolver esos conflictos pasa por resolver cómo te afectan las historias de los demás, el Universo pone toda una maquinaria a funcionar para que puedas liberar esas cadenas.
El despliegue de esos recursos se produce en tu interior y se manifiesta en el exterior. A medida que vas aprendiendo sobre ti mismo, el mundo se transforma.
No solamente percibes el mundo con otra visión, sino que la realidad empieza a adaptarse a esa visión y no al revés, como podría parecer.
El conocimiento es poder y cuando te conoces a ti mismo. te estás preparando para desplegar el poder que eres.
Y ese poder tiene la capacidad de transformar el mundo.
No son pocos los libros que han cambiado a las personas que luego han cambiado el mundo.
Esos escritores se enfrentaron un día a la página en blanco, usándola como espejo de su propio interior para iluminarlo y luego ser portadores de una luz que alumbró a otros.
Todo empieza con la página en blanco, cantidades industriales de honestidad descarnada y valor, mucho valor para enfrentarse a los fantasmas, al enemigo interno, ese saboteador de sueños que aprendimos un día a ser.
Por tanto, si vas en busca de la libertad interior, de respuestas a las preguntas sobre quién eres, de dónde vienes y a dónde vas, y tienes valor para entrar en ti mismo, aquí tienes algunas herramientas muy prácticas.
Herramienta nº1: El viaje del héroe y la conexión ancestral
El ser humano lleva contando historias desde que se reunía en torno a una hoguera bajo el cielo estrellado.
Los cazadores que regresaban de la partida para alimentar a su ,contaban las peripecias vividas en su exploración más allá de los límites de su cueva.
Fuimos por el bosque y hallamos un buen lugar donde encontrar agua. Luego vimos pisadas de oso, así que tened cuidado si vais por allí. Seguimos el rastro de un ciervo, pero unos lobos también le perseguían. «Tal » comió unas bayas rojas que le provocaron diarrea, no las comáis…
Y así, el conocimiento pasaba de generación en generación, transmitido por vía oral y en forma de historias.
Más adelante, las civilizaciones fueron consolidándose y creando culturas cada vez más complejas y evolucionadas.
Y esa forma de contar las historias, transmitiendo conocimientos y experiencias, también se refinó. Nacieron los mitos.
Los seres humanos contamos la historia de nuestras vidas para que generaciones futuras se beneficien de la experiencia acumulada y no caigan en saco roto.
Pero, sobre todo, nos contamos nuestra vida como si fuera una historia para entenderla mejor y adquirir las herramientas que nos hagan sentir capaces de afrontar cualquier reto.
Fue Homero, unos 900 años antes de Cristo, quien —supuestamente— escribió La Ilíada y La Odisea, sentando las bases del periplo heroico.
El viaje del héroe se define en 12 etapas, que son una forma de explicar el paso de cada ser humano por la vida.
Conocer e identificar estas etapas en tu propio periplo vital puede darte muchas pistas sobre quién eres en realidad, qué pruebas has superado o qué momento de tu historia personal estás superando.
Estas etapas son:
- Mundo ordinario. El personaje vive en su zona de confort hasta que aparece un conflicto que pone su vida del revés y le genera nuevos objetivos vitales.
- Llamada a la aventura. Ante este conflicto motor, se presenta la opción de iniciar un recorrido vital que conduzca al personaje hacia esos nuevos horizontes.
- Rechazo de la llamada. Pero aparece el miedo y las resistencias que impiden dar el primer paso.
- Encuentro con el mentor. Hasta que aparece alguien o sucede algo que nos da la clave para iniciar ese camino. No hay más remedio que realizar ese viaje.
- Travesía del umbral. El primer paso es el más decisivo, porque es el inicio de un viaje del que, quizá, no hay vuelta atrás.
- Pruebas, aliados, enemigos. Los primeros pasos en ese mundo especial, más allá de la zona de confort, ponen al personaje en contacto con una nueva realidad plagada de peligros, aunque también de oportunidades.
- Aproximación a la caverna más profunda. Ese recorrido vital conduce siempre hacia el encuentro con los más temido: nuestro mayor miedo, nuestro gran enemigo, la prueba que va a definir quiénes somos en realidad.
- Odisea. El enfrentamiento con ese antagonista siempre conlleva un enorme aprendizaje. Puede que no salgamos victoriosos del encuentro, pero lo que aprendamos en esa crisis nos dará claves esenciales para otro enfrentamiento.
- Recompensa. Finalmente, ganemos o perdamos la batalla decisiva, podemos caer en la cuenta de que en el aprendizaje adquirido es donde se halla el verdadero tesoro escondido de la caverna más profunda.
- Camino de regreso. Por lo general, ese conocimiento adquirido durante el periplo nos lleva de retorno al punto de partida: ahora tenemos las armas para devolver el equilibrio a nuestro mundo ordinario.
- Resurrección. Pero en algún momento se nos va a presentar la prueba definitiva. Ya muy cerca del final tendremos la oportunidad de demostrar que somos dignos del tesoro que hemos cobrado.
- Retorno con elixir. Y, siendo dignos de ese conocimiento, que siempre había estado en nuestro interior pero del que solo tomamos conciencia realizando un arduo viaje, nos convertimos en el héroe capaz de enfrentar nuevos retos para los que ya estamos preparados: hemos demostrado valor y capacidad una vez y podemos seguir haciéndolo, cada vez más fortalecidos y preparados.
¿Qué sacas en claro de este periplo heroico?
¿Eres capaz de identificar en tu vida, partes de ese viaje?
¿En qué momento te hallas ahora mismo? ¿Estás a punto de cruzar un umbral o te mantienes en el rechazo de la llamada, esperando a ese mentor que te dé la patadita en el culo definitiva?
Pues vamos a ver ahora algunas herramientas prácticas más que te puedan ayudar a recorrer ese camino de autodescubrimiento.
Práctica nº1: El mentor
La escritura nos permite sacar a la luz tanto esa voz interior.
A veces nos guía y sabe mucho más de lo que creemos, como aquellas partes de uno mismo que preferimos ocultar.
Con estas propuestas, vamos a ver una y otra como si de personajes se tratara.
Escribe un diálogo con una persona sabia que conoce absolutamente todos los misterios del Universo. Es capaz de responder a las grandes cuestiones vitales de cualquier persona y solo tiene un límite: no puede revelar el futuro.
Atrévete a hacerle preguntas trascendentales, comprometidas, que tengan que ver con tu propia vida. Por ejemplo,
- ¿Quién soy DE VERDAD?
- ¿Para qué en mi vida ha habido tanto sufrimiento?
- ¿A dónde me dirijo?
- ¿Qué quiero hacer realmente con mi vida?
Intenta apartar tu propia mente, conecta más con tus sentimientos que con tus pensamientos y fluye con las respuestas que te proporcione el sabio.
Escribe rápidamente, sin detenerte a analizar demasiado lo que aflora durante el diálogo.
Al terminar tus preguntas —haz tantas como desees—, despídete dando las gracias a la persona sabia por sus respuestas, y cierra el relato dejando abierta la opción de regresar a la biblioteca para conversar siempre que te apetezca.
Reflexiones: ¿De dónde provienen las respuestas que el sabio ha dado?
Práctica nº2: La sombra
Escribe un diálogo entre una parte de ti que siente o desea hacer algo y otra, que siente o quiere hacer lo contrario.
Por ejemplo, la parte que se siente perezosa frente una tarea y prefiere no hacerla, con la parte responsable que quiere realizarla. O bien, una parte que ante el éxito de alguien siente envidia y otra que se alegra por ello.
Intenta que ambas partes se traten respetuosamente, aunque sus sentimientos y puntos de vista sean opuestos por completo.
Reflexiones: ¿Observas algo curioso entre la parte de ti que consideras negativa y aquellos defectos que te molestan de los demás? ¿Qué diferencias en tu estado de ánimo has notado entre hacer el anterior ejercicio y éste?
Lecturas para profundizar en estas cuestiones:
El extraño caso del Dr. Jekill y Mr. Hyde, Robert Louis Stevenson
El miligramo de consciencia, Ramon Puig
Práctica nº3: La dimensión paralela
¿Por qué no pensar que en tu interior se encuentran ya aquellas respuestas que anhelas?
¿Y si no necesitáramos más que confianza en el propio potencial para encontrar soluciones que, por lo general, percibimos como muy complicadas?
Casi siempre necesitamos un poco de perspectiva para ser capaces de ver la salida de un laberinto: mientras lo recorres estás atrapado en él, aunque la escapatoria sea muy fácil.
En cambio, un observador situado en un punto elevado se sorprenderá de que no seas capaz de salir. ¡Para él, la respuesta es evidente!
Lo que te propongo es imaginar que existe una dimensión paralela exactamente igual a tu realidad.
En ella habita tu otro yo: es idéntico a ti en todos los aspectos y vive las mismas circunstancias vitales que tú. Con una particularidad: este «otro tú» es feliz de una manera perfecta.
Escribe un diálogo entre ambos y averigua por qué es tan feliz.
Cómo resolvió sus problemas, qué experiencias desagradables tuvo que comprender, qué creencias necesitó superar… en fin, toma aquello que crees que te dificulta ser inmensamente feliz y que este yo alternativo te explique cómo consigue tan alto grado de satisfacción en su vida.
Reflexiones:
- ¿Te ha pasado alguna vez encallarte en un problema y, al dar con la solución, asombrarte de lo fácil que era la respuesta?
- ¿Te ha pasado imaginar cierta situación como terrible, espantosa, terrorífica… y cuando esa situación se da en la realidad no es ni de lejos como la anticipabas?
- ¿Cómo viste la salida a tu problema?
- ¿Qué cualidades necesitaste activar —paciencia, autocontrol, alejamiento emocional…— para dar con la respuesta o controlar la ansiedad?
Lecturas para profundizar en estas cuestiones:
Espejos del yo, Varios Autores
El elemento, de Sir Ken Robinson
A modo de cierre
¿Qué es la escritura terapéutica?
Supongo que, a estas alturas del post, debe haberte quedado claro qué es la escritura terapéutica y cómo puedes usarla en tu vida.
Soy un gran defensor de la autoreflexión constante y el eje central de mi vida es el autoconocimiento: todo lo que hago tiene la finalidad de observarme a mí mismo.
Creo y siento que es una buena estrategia para ir por la vida. Piénsalo un instante: cuando el objetivo es conocerse y observar, palabras como éxito o fracaso se relativizan muchísimo.
Pase lo que pase, detrás de cada #experiencia se esconde un gran #aprendizaje. ¿No te parece, hombre del siglo XXI? Clic para tuitearEscribir forma parte de mí.
Enfrentarme a una hoja en blanco; el tacto de un bolígrafo entre mis dedos; arañar la superficie de un papel con tinta… estar solo con mis pensamientos, observando las emociones que surgen al escribir.
- Ver manifestarse ante mis ojos las verdades y las mentiras de mi historia personal.
- Poner nombre a los fantasmas.
- Ver, cara a cara, a mi mayor enemigo.
- Ver, cara a cara, a mi mejor amigo.
- Reconciliarme con la vida.
Calmar las aguas, domar al caballo salvaje, matar al dragón…
Encontrar el valor para atreverme a ser el poeta que soy y siempre fui.
Eso ha sido y es la #escritura para mí. Una #terapia, una fiel compañía en el incierto #viaje de la #vida. Clic para tuitear¿Qué podría ser para ti la escritura?¿Te atreverías a probarlo?
Agradezco infinitamente a Ana haberme prestado su casa para mostrar esta parte de mí.
Espero que este post te haya gustado y, sobre todo, que te haya resultado útil.
Alejandro Quintana, de Oficio de Escritor
En su blog y en su Comunidad de aprendizaje, Alejandro puede ayudarte a encontrar ese libro que te llama desde el fondo de tu ser y a contar la historia que deseas contar para darle vida.
Síguelo en Facebook
Ernesto dice
¡Bravo Alejandro! Me han encantado tus reflexiones y la práctica caja de herramientas que compartes con todos los que te leemos.
«…Hasta que, ya en mi vida como adulto, entendí que de nada sirve la aprobación externa si uno no se aprueba y se acepta a sí mismo completamente. Incondicionalmente». Para mí, el primer paso hacia la felicidad.
Si no te aceptas, no puedes mostrar lo mejor de ti. Porque lo que estás proyectando es una falsa identidad, una máscara prefabricada para encajar en la sociedad y evitar las críticas.
Conocerse es el mayor regalo que uno puede hacerse. Descubrir tu parte de luz y, sobretodo, tus sobras, te ayuda a caminar de la mano de la confianza, el amor propio y el respeto -sincero- a los demás.
Creo que el sendero del crecimiento personal nunca termina. Y tampoco es lineal. Así que gracias por compartir las bondades de la escritura terapéutica, que sin duda es una vía excelente para profundizar en el autoconocimiento.
Dice Joe Dispensa en su libro «Deja de ser tú» que el «vacío» es el espacio que hay entre quien aparentamos ser (lo hemos aprendido desde pequeños para protegernos) y quien somos en realidad (la semilla, la esencia que todos llevamos dentro).
Y que la meta debería ser cerrar este vacío. ¿Cómo podemos conseguirlo? A base de observación, consciencia y… ¡escritura terapéutica!
Felicidades por el artículo.
Alex Quintana dice
Gracias, Ernesto, un placer compartirme con esta comunidad, en la cual me consta que hay muchas personas en proceso de autodescubrimiento y reinvención.
Tienes toda la razón: el sendero del autoconocimiento nunca termina y no es lineal. La perspectiva de los años le da sentido a todo, a su debido tiempo.
Muy interesante lo que compartes sobre Joe Dispenza, tengo ese libro en mi lista de ‘lecturas obligadas’ y me has animado a hincarle el diente 🙂
¡Un fuerte abrazo!
Enrique Arís dice
Una vez más, felicidades por tu artículo, Alejandro.
Lo que más quiero resaltar, aparte de tu esfuerzo hacia una constante evolución hacia un mejor y tu saber, es la valentía de fondo de este escrito.
Ayuda a conocerte y valorarte mejor. Impulsa a escuchar lo que dices, que nos resuena en el interior…
Solo esto: ¡un aplauso!
Enrique
Alex Quintana dice
Hola, Enrique, muchas gracias por pasarte y comentar 🙂
Como digo, viajo por la vida sin necesidad de corazas, así que mostrarme abiertamente no me supone en realidad un esfuerzo.
¡Un abrazo!
juanma dice
¡Hola Alejandro!
– Muchas gracias, articulo bello, sensible y valiente, ya va siendo hora de que proclamemos y hablemos sin tapujos, somos muchos que no somos machos, duros y a los que nada nos afecta.
– Somos muchos los que queremos ser quienes hemos venido a ser y no lo que nos ha dictado, la sociedad, la familia o los hombres del pasado, los estereotipos que han causado mucho dolor y sufrimiento.
– Estupendo articulo, profundo, desde el Ser, sintiendo, mostrando la coherencia que necesitamos para crecer, avanzar y evolucionar. Un abrazo grande.
«No atraer lo que quieres sino lo que eres» importante y esclarecedor.
– Los hombres sensibles han sido apartados y mirados de lado hasta hace bien poco tiempo, era sinónimo de parecerte demasiado a una chica o de tener tendencias fuera de los atributos masculinos del status quo y por tanto repudiados.
– El autoconocimiento y el desarrollo personal, imprescindibles para profundizar y conocerte a ti mismo y de todo ello viene descubrir, sentir y aplicar la coherencia, saber que lo que piensas, lo que sientes, lo que dices y lo que haces debe estar alineado y en equilibro.
– Gracias por esta píldora de articulo que pone de manifiesto que si se puede, que si podemos ser lo que hemos venido a ser, la clave subir nuestro nivel de conciencia y ser conscientes del Universo que nos esta esperando.
– El mismo Universo que si nos comprometemos y somos quienes hemos venido a ser, y hacemos lo que tenemos que hacer, esta esperando para proporcionarnos la deseada y ansiada chispa de la vida.
– La chispa de la vida que nos lleva a la felicidad, mediante la coherencia, el equilibrio, el desarrollo de nuestro poder personal, el cuidado y la evolución de nuestro ser multidimensional, todo ello como consecuencia, nos lleva al éxito y plenitud en todos los ámbitos de la vida.
Abrazote
Alex Quintana dice
Hola, Juanma, muchísimas gracias por tu comentario. Me alegro de que te haya gustado el artículo.
Así lo veo yo también, estamos viviendo un cambio de paradigma sin precedentes y en muchos frentes a la vez. Quien más, quien menos, todos andamos metidos en una reinvención y lo que aprendimos en nuestras familias, la escuela, antiguos trabajos, etc., ya no sirve. Simple y llanamente.
La coherencia es esencial, no solo nos alinea con nuestro propósito de vida, sino que, además, el Universo trabaja a nuestro lado para que dicho propósito se cumpla.
¡Un saludo!
Nivea Sanchez dice
Enhorabuena Alejandro. Por tu vida, por tu autoconocimiento y porque lo compartas de este modo.
He de confesar que me siento un poco intrusa, no soy un hombre, pero a mi la caja de herramientas me viene como caída del cielo y hecha a mi medida.
Y, que a lo que yo ya hacía (aunque menos estructurado, digamos que a mi libre albedrío), se le pueda denominar escritura terapéutica, me hace sentirme parte de tu comunidad.
Has despertado mi yang.
Felicidades por este estupendo artículo
Alex Quintana dice
Hola, Nivea, gracias a ti también por leer y comentar.
Hoy día, tanto hombres como mujeres nos asomamos a ver qué se cuece en ‘el otro lado’, así que de intrusa nada, al contrario: bienvenida 😀
Me alegro muchísimo de que el post te haya resultado útil. Dale caña a la escritura libremente, que es una fuente inagotable de descubrimientos y placer.
Un cálido abrazo…
Sergio Melich dice
Qué más te puedo decir… Salvo que me descubro ante ti, de un defensor del legendario personal a otro.
Todo lo que digo a menudo en privado en nuestra comunidad y nuestros encuentros en persona también encaja aquí.
Que te quedes sin tu sensibilidad sería una gran pérdida para el mundo. Así que a tus zapatos, que seguramente no sean botas de fútbol. Más bien serán de trekking.
Un fuerte abrazo.
Alex Quintana dice
Gracias, Sergio, un placer contar con tu criterio, siempre inteligente.
Esas botas de trekking nos las calzamos un día los de la comunidad y nos vamos a respirar pura vida a la montaña. Queda pendiente 🙂
¡Un fuerte abrazo, amigo!
María Arenas dice
Hombres y mujeres somos víctimas de las espectativas del mundo que nos rodea. Liberarse de ese nudo es el mayor reto al que puede enfrentarse cualquiera. Los que lo intentamos, agradecemos cualquier arma y la escritura es tal vez, la más poderosa. Gracias, Alejandro.
Alex Quintana dice
Gracias también a ti por leer y comentar, María.
Dejar de ser una víctima es el gran reto, estoy de acuerdo… la clave es hacerse responsable del propio destino, tomando las riendas de nuestro pasado para hacer que solo cuente como aprendizaje en el presente y así construir el futuro. La escritura ayuda, y mucho, a ese aprendizaje.
¡Un abrazo!
Mònica dice
¡Gracias Alejandro por tu caja de herramientas a los hombres del siglo XXI!
Soy mujer, escribo con esas herramientas y comparto sentimientos distintos y parecidos de mi infancia.
Ser hombre o ser mujer del siglo XXI es lo de menos. Lo de más … es ser esa persona coherente que describes.
Un abrazo!!!
Alex Quintana dice
Así es, Mònica, ojalá llegue un día en que esas distinciones entre hombres y mujeres se limiten a lo que nos une, en vez de entrar en la fuente de los conflictos. Construir algo coherente solo puede hacerse desde la coherencia individual.
Estas herramientas, por supuesto, son unisex 😉
Un saludo, gracias por leer y comentar.
Ana Bizarro dice
¡El Universo es un cachondo!
Atrévete a ser poderoso, tierno y travieso es el título de la charla que daré este año cuando me pidan colaboración en algún congreso virtual o taller presencial y la última publicación en mi blog.
Y tú vas y me escribes, una semana después, semejante artículo [que nada más leer, intuí el éxito]
Esto es para mí, un despelote en toda regla y muy necesario en los tiempos que corren. ¡BRAVO! La de hombres que se van a ver reflejados en tus palabras. Nada más hay que ver los comentarios que han llegado en tan sólo unos días y las veces que se ha compartido.
Estamos en buen camino amigo … y como digo a todos mis amigos ¡Te espero en el Norte! [que nadie tiene pelotas de venir a verme, coño]
Un abrazo y seguimos ¿no?
PD: Te quiero para dar alguna masterclass en mi escuela online cuando vaya cogiendo ritmo de crucero.
Alex Quintana dice
Sí, Ana, el Universo tiene un particular sentido del humor 😀 Este tipo de cosas son las señales que nos indican que vamos por buen camino…
En cuanto pueda, nos estamos comiendo unos pintxos en Donosti 😉 Y, por supuesto, cuenta conmigo para esa masterclass y lo que se tercie.
Seguimos adelante, ¡un abrazo!
Mariví Porras dice
¡Excelente artículo Alejandro, me ha encantado!
Y aunque lo hayas escrito para hombres, tengo que reconocerte que me he sentido bastante identificada con lo que cuentas en él, según iba leyéndote iba viendo mi vida en paralelo a la tuya 🙂 Como dices “esto va de hombres y mujeres evolucionando juntos, encontrando su papel en la sociedad que deseamos construir entre todos”.
Las etapas del viaje del héroe son realmente útiles para conocernos e identificar quién somos, y qué momento de nuestra historia personal estamos superando, o a punto de superar. ¡Gracias por enseñárnoslo de una manera tan clarificadora!
Comparto contigo el poder de la escritura, como la mejor herramienta terapéutica y sanadora para mirar hacia nuestro mundo interior, y proyectarnos ese futuro que nos haga felices, TODO, absolutamente todo lo que estamos buscando ESTÁ DENTRO DE NOSOTROS, sabias respuestas que tenemos dentro y que por miedo o por pereza, no nos atrevemos a darnos a nosotros mismos, únicamente tenemos que ser responsables de nosotros y de nuestra vida, conscientes de lo que vivimos y lo que queremos vivir.
Todavía tenemos un largo viaje por recorrer para que todos nos atrevamos a ser lo que somos, pero estamos en él, y artículos como el tuyo Alejandro, facilita que ese viaje del héroe sea mucho más agradable y placentero, lleno de piedras sí, pero con grandes aprendizajes para esquivarlas, estoy segura que después de leerte se sumarán a él más viajeros deseosos de encontrarse con su felicidad.
¡Un abrazo, y gracias por esta joyita que nos has regalado!
Alex Quintana dice
Muchísimas gracias por tus palabras, Mariví, me alegro de que hayas encontrado el post tan interesante 🙂
El viaje del héroe es, desde luego, muy esclarecedor. No son pocas las veces que me ha ayudado a identificar el momento vital que estaba atravesando y así poder tomar decisiones importantes.
No sé cuánto tiempo llevará reconocer que todas las respuestas están en nuestro interior, ni si finalmente cada persona de este mundo vivirá según su propia verdad. Lo que sí sé es que la valentía de aceptar la responsabilidad del propio destino es lo que revela ese mismo destino. Antes de eso solo hay miedo y victimismo. Y ya ha habido demasiado de ambos, por demasiado tiempo.
Gracias también a ti por leer y comentar… ¡feliz escritura! 😉
Ana dice
Vaya Alex, pedazo de artículo! No sé si es mi energía masculina, pero este artículo me ha tocado.
Admiro ese «orgullo de poeta», ese hombre sensible que sabe quien es y no teme mostrarse.
Desde luego estoy contigo en el poder que tiene la escritura terapeútica en este autoconocimiento.
Ya sea simplemente para dejar que salga lo que tenga que salir, sin buscar nada en particular, o a través de propuestas como estas. Siempre me impresiona como al plantear estas preguntas surgen respuestas que no sabes de donde vienen pero sabes que son ciertas.
Muchos éxitos!!
Alex Quintana dice
Hola, Ana, gracias por leer y comentar 🙂
Entre muchas otras razones, la escritura es interesante porque revela lo que hay escondido en el inconsciente, cuando uno se permite escribir sin un objetivo concreto, fluyendo con las palabras a medida que acuden. A veces aparecen mágicamente en el papel desde algún recóndito lugar de nosotros, sin pasar por los filtros de la mente consciente.
Me alegro de que el artículo te haya gustado, muchos éxitos a ti también y un abrazo fuerte!
Marta Bernal dice
Wow Alejandro!! Tienes un don para escribir, los textos del artículo me han cautivado por completo.
Me encantan tus reflexiones y estoy totalmente de acuerdo con ello. El camino de héroe valiente, incansable y sabio. Consciente de que debe avanzar, seguir adelante a pesar de las caídas o piedras con las que se tropiece.
He detectado muchos pasos que he vivido en mi vida y creo que este es un camino cíclico, en vez de en línea recta, que nos permite pasar de una situación a otra una y mil veces para continuar en el aprendizaje, descubrir quienes somos y crear la mejor versión de nosotros mismos.
Te doy la enhorabuena por aprender a conocerte, aceptar quién eres y dejando de lado la aprobación de los demás. Aprender a quererte y valorarte a ti mismo, desde tus virtudes. Me he sentido identificada con eso ya que desde pequeñita he buscado la aprobación de mis padres e incluso, empecé bachillerato de ciencias pensando estudiar enfermería o fisioterapia que era lo que ellos creían que tendría «salida». Menos mal que fui valiente y tomé la decisión de hacer lo que me gustaba y salir de la tradición familiar a pesar de las críticas.
Es importante conocerse bien, hacer lo que te gusta y aportar a este mundo tu granito de arena.
De nuevo, enhorabuena por el artículo. Y millones de gracias por la reflexión que haces en él.
Un fuerte abrazo y,
hasta pronto.
Alex Quintana dice
Hola, Marta, muchas gracias por el comentario. Me alegro de que te haya gustado tanto el contenido como el estilo 🙂
En efecto, también creo que este es un viaje cíclico y «acumulativo»… es decir, al mismo tiempo que en una área de nuestra vida podemos estar pasando por una fase, en otra estamos experimentando un proceso diferente. Lo bueno es que aprendemos irremediablemente y la vida nos lleva siempre un poco más lejos.
Enhorabuena también a ti por haber sido valiente al elegir tu camino, al final es lo que cuenta… podemos equivocarnos, pero el mayor error es siempre quedarse quieto por miedo o por aquello del «qué dirán». Nadie vive nuestra vida por nosotros, aunque a menudo nos digan qué debemos hacer con ella. Mejor dar nuestros propios pasos, está claro.
Un afectuoso saludo, nos vemos por estos caminos 😀